El Corte Inglés ha llegado a cuerdo con Cellnex Telecom para venderle los derechos de explotación de más de 400 antenas de telefonía que el grupo de distribución tiene instaladas en las azoteas de más de un centenar de sus centros, según han confirmado a Europa Press en fuentes del mercado.
El precio final de la transacción alcanza aproximadamente los 70 millones de euros, cantidad que podría ampliarse si se cumplen determinados objetivos financieros.
De esta forma, el grupo presidido por Marta Álvarez sigue con su plan de desinversiones con el objetivo de reducir deuda al desprenderse de su negocio de antenas móviles, una operación que se suma a la venta a finales de 2019 de Iecisa, su filial de informática, al Groupe Français d’Informatique (Gfi) por un importe que osciló entre 350 y 370 millones de euros.
Según ha avanzado este lunes ‘Cinco Días’, que cita fuentes conocedoras de la operación, las antenas de cuya explotación ahora se desprende El Corte Inglés son operadas por los principales operadores de telefonía móvil del país, Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil. El negocio que generan estas antenas consiste en el canon que estos operadores pagan por la cesión del espacio.
Desde la dirección de análisis de Grupo Banco Sabadell han señalado que la operación es pequeña para Cellnex Telecom por lo que no constatan un impacto relevante.
COMPROMISO CON LA SOSTENIBLIDAD DE CELLNEX
Al margen de los acuerdos que surgen por el camino, el operador de torres de telecomunicaciones tiene un ambicioso plan para afrontar todos los retos medioambientales en los próximos años. Así, uno de los pilares básicos del Plan Director de RC de Cellnex es el desarrollo sostenible del negocio, y sus objetivos son diversos, entre los que destacan: equiparar el nivel de gestión ambiental en todos los países en los que opera la compañía; promover la eficiencia energética mediante el aumento del uso de energías renovables o fomentar la implantación de medidas de eficiencia energética en las instalaciones de la compañía.
Por lo que respecta a la huella de carbono generada por la actividad de la compañía, ésta es verificada anualmente por un tercero independiente. Así, en 2018 la empresa aprobó el Plan de Gestión de Carbono, en el que se definen y priorizan las actuaciones para combatir el cambio climático.
Desde un punto de vista de comunicación y sensibilización, además de publicar su Huella de Carbono en la web corporativa, Cellnex realiza la inscripción en el Registro huella de carbono de la Oficina Española de Cambio Climático y está adherida al programa de Acuerdos Voluntarios para la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero (GEI).