La restauración es uno de los platos fuertes en España en el ámbito del ocio, valga el juego de palabras; pero también un sector bastante vulnerable ante un escenario de crisis económica. Las empresas de comida rápida lo saben y se encuentran inmersas en una guerra de precios a través de promociones y descuentos para incitar al consumidor.
La idea de invertir en un buen restaurante con comida casera y servicio de mesa está en declive a favor del fast food. Un servicio con mucha inmediatez, sin necesidad de reserva, relativa variedad de platos y apto para toda la familia, es una opción que tiene cada vez más adeptos.
DIETA EQUILIBRADA vs. COMIDA RÁPIDA
El mayor consumo del fast food responde a varios factores. El primero de todos es que aún sobrevuelan los resquicios de la crisis económica y la gente opta por ahorrar y dejarse mimar con ofertas y promociones. Unos descuentos que les llega a los clientes a través del dispositivo móvil o correo electrónico.
También tienen mucho que ver factores sociológicos como la rapidez en la que vivimos o el auge de los hogares unipersonales. De este modo, nos dedicamos a “ir a la carrera” y surge la necesidad de no perder tiempo en comer, descuidando así la dieta equilibrada que aconsejan los profesionales en nutrición.
Además, los hábitos de consumo han cambiado: el delivery le gana terreno al restaurante físico. De este modo, las compañías deben adaptarse y ofrecer sus servicios a través de internet, las plataformas de delivery y las redes sociales.
Pero sin duda, los empresarios hosteleros se enfrentan a otros grandes desafíos como la creciente aparición de intolerancias alimentarias, curiosidad por otras gastronomías y la tendencia a la comida vegana. Estos factores les obligan a evolucionar y ampliar su variedad con el objetivo de llegar al máximo público posible.
LA LOCURA DEL LOW COST
Ante este escenario, existe en estos momentos una carrera por captar al cliente que ha derivado en que muchas marcas lancen al mercado toda clase de ofertas que, en la mayoría de los casos usan el reclamo económico. Aunque también lo hacen con respecto a la cantidad o la velocidad en servir. Todo vale.
Entre las ofertas más ambiciosas se encuentran los menús diarios de mediodía que ofrecen cadenas de restauración como Vips, Foster´s Hollywood o Goiko. Todos ellos luchan por un menú de bajo coste en torno a los 11,90 euros con bebida y postre incluidos, válido de lunes a viernes.
Las promociones 2×1 en cenas es otro de los reclamos utilizados en Vips, Hamburguesa Nostra, y Fridays, entre otros. Estas ofertas son válidas de domingo a jueves e incluye menú con bebida y postre.
Por su parte, la guerra de Burguer King y McDonalds con los cupones descuento tanto en papel como en las aplicaciones móviles es una de las opciones más consumidas. Ofrecen infinidad de productos a precios bajos, como hamburguesas a 1,99 euros o menús a 2,99 euros en Burguer King, mientras que McDonalds lanza un combo de nuggets y dos refrescos por 1,20 euros o un Big Mac con patatas por 2,50 euros.
Pero a las “reinas de las hamburguesas” les ha salido un competidor directo: KFC. El “rey del pollo frito” ha lanzado un combo de 5 productos por 5 euros, que incluye una hamburguesa de pollo, bebida, dos piezas de pollo patatas fritas y un helado.
Otro duro competidor es la cadena de cervecerías Cien Montaditos con sus famosos mini bocadillos. Los domingos y miércoles los oferta a 1 euro con la Euromanía, o la Jarramanía por 2 euros, que incluye montadito y jarra de cerveza o tinto de verano.
GUERRA DEL TEX-MEX
El consumidor quiere nuevos sabores y a bajo coste y una delas preferencias es la gastronomía mexicana, con sus burritos, tacos, jalapeños y cócteles. En Jleo´s ofrecen tacos por 1 euro los martes, y bebidas 2×1 los jueves.
Mientras que en Taco Bell apuestan por platos combinados de burritos, con nachos y patatas por 3 euros, nachos con queso por 2 euros, y la bandeja de patatas con salsa que cuesta 1,50 euros.