Seguro que alguna vez habrás escuchado a alguien que te hablaba acerca de las ventajas del emprendimiento y lo fácil que, en teoría, parece crear una empresa pero ese “boom emprendedor” parece que está perdiendo fuelle y la burbuja emprendedora podría haber tocado techo. Una opinión que estaría reforzada por unos datos muy simples: en 2017 se crean menos empresas y se disuelven más. Dos afirmaciones que permiten sacar dos conclusiones muy importantes: 1) el emprendimiento parece que este año cala menos y 2) no es oro todo lo que reluce y sin un buen estudio de modelo de negocio parece que no es tan sencillo dar con la clave del éxito.
Antes de entrar en detalle con los principales datos del primer semestre de este año es necesario hacer un viaje al pasado y contar con una radiografía del 2016. En ese año se crearon un total de 101.071 sociedades, lo que supuso un incremento del 6,8% respecto a 2015, es decir, el boom del emprendimiento parecía calar y hubo ciudadanos que apostaron por crear una empresa. Bien porque estaban cansados de sus jefes, se encontraban en situación de desempleo o porque creían tener una gran idea empresarial que les podría dar resultado. Aun así, ese año ya atisbaba que esta misión no era tan sencilla como en un primer momento podían pensar ya que el número de sociedades mercantiles disueltas se había incrementado en un 2,2% tras dos años en los que dicha cifra había descendido.
Pero los datos de este año no son nada positivos si nos fijamos en la Estadística de Sociedades Mercantiles (SM) que elabora el INE. Los datos hasta mayo muestran como en el acumulado del ejercicio el número de empresas creadas caería un 6,5% y el número de empresas disueltas aumentaría un 6,5%. Por no hablar de que el capital medio suscrito cae dos dígitos pero los descensos se han producido, de manera consecutiva, en los últimos tres años lo que da una muestra de que el tamaño de la empresa es cada vez menor.
Lo llamativo es la caída de creación de empresas aunque todavía quedan siete meses para cambiar esta tendencia negativa que en caso de confirmarse dejaría en evidencia que la burbuja del emprendimiento podría estar pinchando puesto que sería el primer año desde 2009 en el que disminuye el número de empresas que se crean en nuestro país. Un 2009 que fue un año negro ya que recordemos que el nacimiento de la crisis (para la mayoría de expertos) fue el 15 de septiembre de 2008 con la quiebra de Lehman Brothers por lo que sus primeros efectos se notaron en el 2009 con el PIB de la economía española contrayéndose un 3,6%.
En esta misma línea el informe de la consultora Informa D&B titulado ‘Demografía empresarial junio’ muestra como durante el primer semestre del año se ha producido un deterioro de todos los indicadores de demografía empresarial: las cifras de creación de sociedades, tanto en número como en importe invertido, retrocedieron con respecto al año pasado y la cifra de mortandad empresarial (concursos y disoluciones) aumentaron con respecto a 2016.
Una caída del número de empresas creadas que es generalizada en todos las comunidades autónomas, a excepción de Canarias. Durante estos seis primeros meses del año la disminución de empresas se ha producido en la mayoría de sectores pero especialmente en comercio (-10,58%) e industria (-16,46%). Aun así, hay sectores en los que se está registrando una mayor actividad emprendedora como son los servicios de intermediación financiera (+16,24%) y energía (+55,87%).