El mercado de las gasolineras ha comenzado la recuperación tras años de parálisis. En 2016 se superaron las 11.000 estaciones de servicio abiertas en España. Una cifra que nunca se había registrado, y que viene motivado por el auge que están teniendo las gasolineras low-cost y otros surtidores automáticos que rozan ya los 3.000 establecimientos.
Sin embargo, y aunque ese auge cada vez es mayor, las tres grandes operadoras copan más de la mitad del mercado. Es decir, Repsol, Cepsa y BP tienen el 50,5% de las gasolineras que hay distribuidas en nuestro país. Una situación de cuasi oligopolio en muchas zonas del país, y que se mantiene pese al avance de nuevos competidores. Aunque es verdad que el reinado ha ido decreciendo con el paso de los años. Basta con mirar los datos del año 2012, para ver cómo estas tres compañías ostentaban entonces el 56% del mercado.
Datos de la Asociación de Operadores Petrolíferos en los que también se observa cómo el precio de la gasolina durante el año pasado fue muy inferior al del anterior. La sin plomo 95 se situó en 1,152 euros el litro (frente a 1,228€/litro en 2015); mientras que el gasóleo A se situó en el 0,471 euros el litro (frente al promedio de 0,553 €/litro del 2015).
Unas cifras que vienen infladas por la influencia que tienen en ellos las elevadas cargas impositivas. De hecho, los Impuestos Especiales al Hidrocarburo ayudaron a recaudar 10.600 millones de euros al Estado, unidos a otros 5.900 millones de IVA. En total, más de 16.500 millones de euros.