Los ‘capos del Palace’ miraban hace años a Jaume Roures como a un simple vendedor ambulante del fútbol que vestía con camisas vulgares, caminaba sobre zapatos desgastados y sufría un apellido sin lustre.
No advertían que Mediapro iba a sobrevivir a Zapatero, se iba a comer a Globomedia, la iba a ganar la guerra del fútbol a Prisa, iba facturar más dinero al año que Mediaset y Atresmedia juntas e iba a tener a Movistar comiendo de su mano.
Cierto es que en los últimos tiempos ha sufrido algún traspiés que le ha afectado más al ego que su cuenta de resultados (su divorcio con el poderoso tándem Florentino-Ferreras y la frustrada ‘Operación Zeta’).
Roures, caricaturizado por la caverna como un azuzador del independentismo, vio antes que nadie que los hábitos de consumo habían cambiado: el pueblo ya no se abonaba a las plataformas de satélite o cable para ver fútbol: ahora querían pagar menos por ver más series y de más calidad en diversas OTT. Y Mediapro, harta de tanto charco subastero, se ha apuntado a un mercado más libre.
THE MEDIAPRO STUDIOS: LA ÚLTIMA JOYA DE ROURES
La factoría de Jaume Roures produjo en 2019 ni más ni menos que 34 ficciones que le supusieron una inversión de más de 200 millones de euros. Mediapro, controlado por capital chino y pilotado por el productor catalán, ya factura 2.000 millones de euros anuales gracias a sus negocios en 36 países.
Aunque la empresa de origen catalán no descarta el mercado doméstico, que apenas le aporta el 20% de su facturación. Y para ello cuenta con cinco brazos potentes: Globomedia, Mediapro, Big Bang Media, la vasca K2000 y su último juguete, El Terrat (‘Late Motiv’ o ‘La Resistencia’).
The Mediapro Studio intentará encauzar algunas de sus series españolas después de controlar la mayor parte de la producción propia en España. Y es que en 2019 sus divisiones superaron las 10.000 horas de emisión en abierto en nuestro país, según datos de GECA, y alcanzaron un 12,9% del total.
¿CRISIS DE LAS SERIES EN ABIERTO?
Los directivos de todas las cadenas de televisión dicen que el cambio de los hábitos de consumo imposibilita que las series funcionen en el prime-time de los canales en abierto. ¿Seguro? En Mediaset funcionan ‘Vivir sin permiso’, ‘El pueblo’, ‘The Good doctor’ y ‘La que se avecina’.
No logra alcanzar los dos dígitos en prime-time Roures, que en lo que llevamos de temporada ha contado con ‘Malaka’, que cerró primera tanda en La 1 con una media del 9,8% de share; con ‘Estoy vivo’, que cayó en su tercera temporada en el canal estrella de TVE hasta otro 9,8%; y ‘Perdida’, que en Antena 3 ha caído hasta un dramático 7,7% en su tercer capítulo.
Aun así The Mediapro Studios no se tira de los pelos: Fernando López Puig, un director de Contenidos y Canales de TVE que tiene predilección por Roures, ha insinuado que renovará ‘Estoy vivo’ y ha dejado la puerta abierta a que ‘Malaka’ repita.
MEJOR EN PAGO
The Mediapro Studio lanzará en 2020 ‘Vamos Juan’ (TNT), ‘Paraíso’ (Movistar), ‘Vis a vis: el oasis’ (FOX), ‘El Ministerio del Tiempo’ (TVE y Netflix), ‘Caronte’ (Mediaset), ‘El Internado: las cumbres’ (Prime Video), ‘Caminantes’ (Orange) y ‘Express’ (de Iván Escobar, creador de ‘Vis a vis’).
Roures también produce otras ficciones que se encuentran muy por debajo de los estándares de calidad habituales (‘Todo por el juego’, que hace más feliz a Tebas que a los espectadores), y otros deslumbrantes proyectos internacionales como ‘The new pope’ de Paolo Sorrentino.
CLIENTES Y DERROTAS
The Mediapro Studio trabaja para HBO, Netflix, Amazon, YouTube, Movistar, Fox, Atresmedia, Directv, Mediaset España, BeIN Sports, Viacom, Disney, HITN, Nickelodeon, TVE, YLE, Sony, Flooxer, MGM, Vice, RCN, Canal Trece, HULU Japan, TF1, A+E Networks, RAI, Sony ESPN, lVP, Televisa, Univision, Artear, Mega, Chile Vision, Playz, Globo Internacional, Turner, Gol, TNT y canales autonómicos.
A ninguno de estos canales le podrá vender ya productos de Álex Pina, que le ha ganado en los tribunales. La productora dirigida por Roures le reclamaba 800.000 euros al showrunner porque cree que creó ‘La casa de papel’ cuando tenía un contrato de exclusividad con ellos.
Pero el auto deja claro que «el régimen contractual que regulaba las relaciones entre las partes en la fecha de los hechos litigiosos permitía que La Raspa Producciones (de Álex Pina) empleara en sus proyectos con Globomedia a personas como productores o guionistas distintos de Pina y, además, podía prestar sus servicios simultáneamente a otros operadores en el ámbito televisivo».