Que el Partido Popular (PP) está visiblemente enfadado –por no decir una palabra más fuerte- con la Comisión en la que se está investigando su financiación, y en la que ayer compareció el ex tesorero Luis Bárcenas –sin pena ni gloria, porque no respondió a ninguna pregunta-, es bastante obvio. De hecho, los populares ya han anunciado que recurrirán al Tribunal Constitucional el objeto de la misma, por considerar que se trata de una caza de brujas inquisitorial contra ellos.
El PP va a intentar agotar todas las vías legales para dar al traste con la Comisión, pero mientras eso ocurre y se van sucediendo las comparecencias, en el Senado el propio Partido Popular ha creado otra comisión de investigación sobre las finanzas del resto de partidos políticos, a la que en principio están llamados a declarar los líderes de las principales fuerzas de la oposición: Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera.
El PP no lo ve como una vendetta, pero es más que evidente que es así. Como en el Senado los Populares tienen mayoría absoluta, controlan esa comisión y controlarán también sus conclusiones pero, sin embargo, hay en el PP quienes creen que puede salirles el tiro por la culata.
Fuentes de este partido señalaban ayer que “aunque tengamos mayoría absoluta, la realidad es que en esa comisión también van a hablar y preguntar los demás, y van a aprovechar las comparecencias de sus jefes de filas, no para preguntarles por sus casos de financiación, sino para atacarnos a nosotros y, sobre todo, para atacar a Mariano Rajoy”. Por eso, estas fuentes creen que la creación de esa comisión, fruto de la pataleta con la que el PP respondió a la creación de la del Congreso, ha sido un error.
“Se va a visualizar, incluso aún teniendo mayoría, que estamos solos y que todos los demás van a por nosotros, y esa no va a ser una buena imagen para el PP”, señalan estas fuentes que temen que, en efecto, esa comisión se convierta en el escenario para los intereses de Iglesias, Sánchez y Rivera, y lejos de ponerles a ellos en algún apuro, sean ellos los que pongan en un apuro al PP. “Tendríamos que asumir que esto no tiene solución buena para nosotros, e intentar pasar el trago lo mejor y más rápido posible, y no dándoles a ellos la oportunidad de atacarnos por partida doble”.