La independencia financiera o libertad financiera es un concepto de moda en los últimos años. No hay ninguna duda de que la mayoría de las personas tienen como objetivo ser libres financieramente, pero no existe unanimidad sobre cómo abordar este tema. De hecho, este concepto financiero no deja indiferente a nadie, ya que hay personas que lo consideran utópico e inalcanzable, mientras que otras personas se lo creen ciegamente, e incluso se lanzan a conseguirlo a largo plazo. En cualquier caso, la independencia financiera no significa tener un trabajo estable, cobrar un sueldo y no depender de otras personas para pagar los gastos de la vida diaria. Aunque este aspecto es importante, especialmente para no pasar dificultades económicas, la soñada libertad financiera va mucho más allá.
Una persona es financieramente independiente cuando deja de necesitar un trabajo para vivir, al menos tal y como se entiende en la sociedad moderna. Esto se consigue cuando los recursos que generan nuestras inversiones nos permiten mantener nuestro estilo de vida sin tener obligaciones laborales, ya que cubren holgadamente nuestros gastos diarios. Este concepto financiero se popularizó en Estados Unidos con las siglas FIRE (Financial Independence Retire Early), que responde a los términos ‘independencia financiera’ y ‘jubilación temprana’. El movimiento FIRE, que ya se ha expandido a Canadá, Reino Unido y España, tiene como objetivo establecer una estrategia para conseguir la independencia financiera de la forma más rápida posible y poder así disponer con mayor libertad del tiempo. Los seguidores de este estilo de vida promueven ahorrar la mitad de los ingresos y destinarlos posteriormente a las inversiones para alcanzar la libertad financiera.
El objetivo de la independencia financiera no es sencillo. De hecho, podemos decir que se trata de un objetivo muy ambicioso, especialmente porque se necesita mucha constancia a base de años de estricto ahorro y acierto en las inversiones. Además, no hay garantía alguna de alcanzarlo, especialmente por las circunstancias de la vida. Sin embargo, la recompensa merece la pena, ya que se puede alcanzar una filosofía vital más basada en valores personales que en posesiones materiales. Todo ello con el fin último de hacer realidad el sueño de la jubilación temprana y poder decidir qué hacer con el tiempo sin tener que depender de una mísera pensión por parte del Estado. Al fin y al cabo, si dependemos única y exclusivamente de nuestro sueldo, nunca podremos obtener la independencia financiera, debido a que tendremos que sustituir nuestro tiempo de trabajo a cambio del salario.
Tips para conseguir la independencia financiera
La primera práctica necesaria para alcanzar la independencia financiera consiste en controlar los gastos respecto a lo que se gana, ya que para conseguir un gran patrimonio es fundamental acumular dinero. Este consejo puede parecer obvio, pero la realidad es que la mayoría de los españoles no son capaces de ahorrar. De hecho, los datos del Banco de España apuntan a que el ahorro medio en nuestro país es inferior al 6%, ya que estamos acostumbrados a gastar todo el dinero del que disponemos. Los seguidores del movimiento FIRE señalan que lo más recomendables es ahorrar, al menos, la mitad del sueldo mensual. Además, el dinero ahorrado hay que invertirlo para hacerlo crecer día a día. Por este motivo, no te pierdas la guía para aprender a invertir tu dinero de opintraron.com, un manual imprescindible para alcanzar la preciada independencia financiera.
Otro de los consejos más preciados para conseguir la independencia financiera es aumentar el porcentaje destinado al ahorro conforme pasa el tiempo, siempre que aumenten los ingresos de las inversiones. Además, también es importante reinvertir los beneficios de las inversiones para obtener un crecimiento compuesto, como señala Marc Frau en opinatron. Hay que tener en cuenta que se trata de un proceso a largo plazo, ya que dará sus frutos a los 15 o 20 años, cuando llegue el punto en el que lo que genera el capital sea lo suficiente como para cubrir todos los gastos de la vida diaria. En todo ese tiempo también se debe tratar de mejor profesionalmente, especialmente para conseguir aumentar los ingresos, así como el dinero destinado al ahorro y la inversión, pilar fundamental de la independencia financiera.
La teoría dice que la independencia financiera es una realidad, aunque no es apta para todas las personas. Alcanzar este objetivo soñado por todo el mundo requiere de constancia, ingresos, ahorro y comprensión del riesgo que suponen las inversiones. Hoy en día, el principal obstáculo para los españoles es el precario nivel de los salarios en nuestro país, derivado principalmente del modelo económico. Además, también existe una evidente falta de educación financiera, un contenido que se encuentra excluido de la educación financiera del sistema de enseñanza controlado por el Estado, siendo fundamental para que los jóvenes muestren una mayor inclinación hacia el ahorro y la inversión. En cualquier caso, este proceso también es realmente útil para todas aquellas personas interesadas en mejorar sus finanzas domésticas, aunque lo más importante es construir nuestro propio futuro financiero.