La Asociación Española del Gas (Sedigas) ha ofrecido su colaboración a la vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y ha aplaudido la decisión «de elevar» el rango del cambio climático a una vicepresidencia, ya que pone de manifiesto «la necesidad de actuar de forma inmediata en este ámbito».
En un comunicado, la patronal del sector gasista ha destacado que se trata de un reto que requiere «el trabajo de todos los agentes implicados» y ha añadido que «las soluciones individuales no serán suficientes para lograrlo».
Asimismo, Sedigas ha mostrado su convicción de que los gases renovables y descarbonizados tienen que «jugar un papel destacado, no sólo por sus beneficios directos en el sector energético, sino por su versatilidad para aportar soluciones en todos los sectores económicos, incluidos aquellos que presentan más dificultades para su descarbonización como el transporte, la agricultura y la ganadería».
Además, ha reiterado que sus objetivos son los de avanzar en los nuevos desafíos a los que se enfrenta el sector, «con la economía circular, el cambio climático y la calidad del aire como pilares», para lo que ha considerado necesario aprovechar las tecnologías en infraestructuras ya disponibles y ha pedido «contar con el gas».
Sedigas, que aglutina a más de 150 socios, representa una parte sustancial del mix energético nacional y ofrece soluciones ante la crisis climática que van desde los roles más tradicionales como la seguridad de suministro a nuevos modelos de negocio o progresivamente descarbonizando el propio gas.
EL RETO DE RIBERA
El mapa eléctrico español en 2019 deja un mensaje claro a la titular para la Transición Ecológica y nueva vicepresidenta. La energía nuclear aportó el 21,43% de la electricidad, seguida muy de cerca por los ciclos combinados de gas y, en tercer lugar, por la eólica. Así es el panorama que afronta Teresa Ribera.
Finalmente Pedro Sánchez ha cumplido su compromiso medioambiental. Para ello ha otorgado posición de privilegio a la lucha contra el cambio climático y los retos energéticos que debe afrontar España. Además, la consolidación de Ribera y ascenso a la vicepresidencia ha caído bien en la mayoría de compañías energéticas, según ha podido constatar MERCA2 en diversas fuentes empresariales. Es cierto que la alternativa que se esperaba de Unidas Podemos no encajaba del todo a nivel corporativo.
Bajo este contexto, Ribera tiene diversos frentes que atender. Y precisamente una de esas tres tecnologías que más aportan al entramado eléctrico español, el gas, está en mitad de un conflicto regulatorio que afecta a los principales actores del sector. También es cierto que corresponde a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) solventar la circular sobre la distribución del gas que quedó colgando. Aquí poco puede hacer el Gobierno más allá de convencer a las empresas, vía reuniones bilaterales, que son lentejas.