Hace hoy un año los británicos acudieron a las urnas para decidir el futuro de su país: continuar un camino de la mano de la Unión Europea o divorciares de ella. La mayoría de los habitantes consideraron que ya no habría reconciliación posible en un matrimonio que se mantuvo durante 43 años. Pero los gibraltareños no. Justo 365 días atrás, porque eran conscientes de las consecuencias o por razones morales, los habitantes del Peñón votaron en contra al Brexit.
A partir de ese momento Gibraltar se ha convertido en la gran víctima del Brexit. Será la región en la que más se notarán las consecuencias y esto se debe a sus peculiaridades económicas. Y es que la economía de la región se basa única y exclusivamente en el sector servicios. Pero las consecuencias no serán sólo para Gibraltar, España será otra de las víctimas del Brexit.
La primera pregunta que se plantea sobre este tema es, ¿qué implica la salida de Gibraltar de la Unión Europea? El Peñón es de los pocos territorios europeos que goza de un estatus privilegiado porque muchas leyes comunes de la Unión Europea no se extienden a este territorio. Algunas de ellas son que estará fuera de la Unión Aduanera de la UE y no destinará ingresos a esta partida. Además, estará excluido de la armonización del IVA. Todas estas situaciones podrán cambiar de la noche a la mañana cuando Reino Unido abandone definitivamente la institución europea.
Pero no serán las únicas. El juego online y el sector financiero son los dos grandes motores económicos de la región. Tanto que suponen el 40% del Producto Interior Bruto (PIB) de Gibraltar – que en 2016 se cifró en 1.500 millones de libras gibraltareñas (1.700 millones de euros) – . Sobre el juego online, el Brexit dificultará la competición de las empresas ubicadas en Gibraltar en otros Estados miembros. La solución podrá ser trasladar estas empresas a otros territorios, pero de ser así las arcas gibraltareñas dejarían de recibir alrededor de 300 millones de libras (341 millones de euros) correspondientes a esta partida y se perderá una importante tasa de empleo. En cuanto al sector financiero, el Ministro Principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha explicado que podrá restringirse su capacidad para moverse libremente por Europa.
El turismo también se verá afectado. El Gobierno de la región cataloga a su frontera terrestre como “la arteria vital del sector turístico de Gibraltar” y, al salir de la UE, los controles podrán intensificarse todavía más. Esto provocará una caída en las visitas y el respectivo gasto turístico, el cual en 2015 alcanzó los 174 millones de libras gibraltareñas. Y es que estos gastos no se habrían producido si Gibraltar tuviera una frontera más restrictiva con España.
Adiós a la financiación europea
Gibraltar no sólo perderá dinero procedente de actividades económicas, también aquel que sale de la Unión Europea. Para hacernos una idea, entre 1990 y 2020 recibirá 60 millones de euros. Es una cifra pequeña comparada con otras asignaciones pero especialmente importante para un territorio que no alcanza los siete quilómetros cuadrados y cuya población apenas supera los 33.000 habitantes. Es como si una ciudad como Sitges recibiese una cuantía similar.
Gibraltar y España serán las grandes víctimas del Brexit
Esta suma de dinero se ha invertido en apoyar la educación superior, la investigación y en fortalecer el sector empresarial, un sector al que el Brexit pasará una importante factura.
La única salida será permanecer en el Mercado Único de servicios, algo con lo que Bruselas no está de acuerdo, o fomentar la cooperación económica con Reino Unido. Esto último es precisamente lo que van a tratar de hacer ambos gobiernos. Han acordado colaborar conjuntamente para explorar en qué medida se podrá ampliar la cooperación económica y aumentar el acceso a los mercados y compensar así las pérdidas que Gibraltar tendrá con su salida de la Unión Europea.
España, la otra gran víctima
La frontera terrestre de Gibraltar volverá a tiempos pasados. Se intensificarán los controles de personas y mercancías que pasan de un país a otro y esto perjudicará enormemente a España.
Trabajadores y exportaciones son los aspectos más relevantes y a los que más afectarán las consecuencias, aunque el turismo tampoco saldrá bien airado. Comencemos por el empleo. Gibraltar es uno de los motores de la economía Andaluza y, principalmente, de la región del Campo de Gibraltar. El 40% de los trabajadores del Peñón son españoles que día tras día cruzan la frontera. Estos 10.456 empleados suponen un 25% de la región andaluza, una de las zonas con la mayor tasa de paro de nuestro país ya que registró casi 32.000 parados en el mes de mayo.
Y es que, como señala el Gobierno de Gibraltar, cualquier restricción a la capacidad de los trabajadores fronterizos después del Brexit pondrá en peligro la economía de la zona. Lo hará de dos formas: la primera de ellas es que privará a Gibraltar de gran parte de su mano de obra; la segunda es que el Gobierno dejará de recibir una importante fuente de ingresos por parte de los beneficios fiscales.
Gibraltar importó en 2016 materias primas procedentes de nuestro país por valor de 381 millones de libras gibraltareñas (440 millones de euros), con un impacto en la economía española de 175 millones de euros. La mayoría de ellas fueron mercancías que se compraron por valor de 327 millones de libras (358 millones de euros).
La salida de Gibraltar de la Unión Europea también se notará en el turismo. Según el informe Brexit: Gibraltar, los turistas que entraron en España a través de Gibraltar aportaron 800 millones al PIB de nuestro país. Se debe a que son muchos los británicos que viajan a Gibraltar y cruzan la frontera hacia territorio español.
El futuro de Gibraltar es una incógnita para muchos. El Brexit, como señala el Ministro Principal, Fabián Picardo, presenta pocas oportunidades dignas de mención. Ya el hecho de perder el acceso al Merado Único de servicios será un duro golpe para la economía de la región. El impacto que el Brexit puede tener en el territorio dependerá del resultado de las negociaciones entre Reino Unido y la Unión Europea, aunque también de la postura que adopte España durante el proceso. De no alcanzar un acuerdo satisfactorio para Gibraltar, Picardo sugirió que el Peñón podría buscar una forma de relación con Bruselas, un escenario que se observa difícil porque cualquier propuesta de trato especial o diferenciado hacia Gibraltar tendrá que ser aprobada por los demás Estados.