La ATP Cup y la Copa Davis no pueden convivir. Las dos citas se celebran con apenas un mes de margen y bajo un formato similar. Un problema conocido por todos los protagonistas, pero que no ha salido a la palestra hasta el estreno de ambas competiciones. Rafael Nadal y Novak Djokovic, dos de las voces más autorizadas, han expresado su deseo por unificar las propuestas de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y la Federación Internacional de Tenis (ITF). Un inconveniente extra para Gerard Piqué, cuya apuesta de 2.500 millones de euros estaba pensada a largo plazo (25 años).
Esa fue la iniciativa del futbolista del Barcelona que salió adelante con el sustento económico del Grupo Kosmos. Revolucionar una competición con 120 años de historia sin demasiado atractivo en el último lustro para captar la atención del aficionado. Una apuesta arriesgada, pero valiente. Con detractores como Roger Federer, la nueva Copa Davis desató críticas por acabar con el ambiente especial que se vivía en diferentes rincones del mundo. Gerard Piqué calló a Federaciones y deportistas con más billetes.
Pero la Copa Davis le salió rana. Horarios incompatibles con el espectador, falta de afluencia en eliminatorias de otros países… Cosas a corregir, propias del comienzo. De ahí que Gerard Piqué reconociera la necesidad de realizar algunos cambios. ¿Alargar el evento? ¿Dividir las dos fases en semanas diferentes? Incógnitas por resolver que no le preocuparon demasiado. El formato gustó y el resultado económico, pese al regalo masivo de entradas, fue más que óptimo.
LA REFORMA DE LA COPA DAVIS NO ESTÁ EN MANOS DE GERARD PIQUÉ
Gerard Piqué asumió la necesidad de plantear cambios en 2020, pero ahora la revolución no está en su mano. Los jugadores que defendieron su competición han acudido con el mismo entusiasmo a la ATP Cup. Y el novedoso torneo cuenta con el aval de Federer, que no es poco, cuando es desde hace más de 15 años el tenista preferido por los aficionados. El formato es el mismo: fase de grupos y eliminatorias, con dos partidos individuales y uno de dobles. Sólo cambian pequeños matices como la representación de un mayor número de países o las diferentes sedes.
La ATP buscó un torneo de naciones (similar al de la actual Laver Cup) pero nunca cerró un acuerdo con Gerard Piqué, que finalmente se inclinó por la ITF, encargada de gestionar la Copa Davis y los cuatro Grand Slam del curso. De ahí que sea evidente que la creación de este nuevo torneo en julio suponga un pulso en toda regla de la ATP a la ITF. Es más, la ATP no ha dudo en cargarse tres eventos para dar espacio a esta competición. Un indicativo claro de que alcanzar un consenso para unificar ambos torneos no resultará fácil, pese a las presiones que han empezado a ejercer algunas federaciones como la española.
Gerard Piqué afronta ahora un escenario inédito en el que tendrá que someterse de nuevo al jurado de la ITF, pero también al de la ATP. Y algunas de sus medidas no están recogidas por este último organismo. La ATP aboga por repartir la competición en diferentes sedes de una misma localidad (algo que no ha llevado a cabo el futbolista en Madrid) y por premiar más a los tenistas que a las propias Federaciones, con el objetivo de que éstos acudan al evento sin dudarlo.
LOS PATROCINADORES, UN TEMA DELICADO
Pero más allá de detalles económicos u organizativos, el problema de unificar ambos torneos reside en otros aspectos más relevantes como el de los sponsors. Organizar eventos de similares características requiere mucho dinero. Gerard Piqué prometió una inversión de 100 millones de euros al año, que consigue en parte gracias a Rakuten. El catalán tiene lazos fuertes con la mayor tienda online de Japón: primero consiguió que patrocinara al Barcelona y después le otorgó todos los galones de la Copa Davis en detrimento de BNP Paribas, con quien culminó el acuerdo de forma abrupta.
Mientras algunos patrocinadores de la Copa Davis no tendrían difícil encajar en la ATP Cup, como Rolex (habitual en los torneos de circuito), Rakuten no tiene por el momento ningún vinculo más allá que el forjado este año. La lucha en este aspecto es real. En el torneo de fin de año Head es una de las principales firmas, mientras que en el evento que se celebra en estos momentos es Dunlop quien copa más presencia.
Otra de las grandes marcas que está presente en la ATP Cup es ABC Bullion, el principal especialista en metales preciosos y lingotes de oro de Australia. La firma, de trasladarse la sede a otro escenario, difícilmente mantendría su compromiso. El conflicto, por tanto, viene de lejos y por el momento ningún organismo parece decidido a ceder, en una fusión que deberá darse antes o después. Y en esa ecuación, el más afectado es Gerard Piqué, que había puesto encima de la mesa 2.500 millones de euros para consolidar una competición durante más de dos décadas, que de un plumazo puede ‘desaparecer’.