La red ferroviaria española es una de las menos utilizadas en Europa, tras obtener un índice de intensidad de uso de 45,3 puntos, frente a los 53 puntos de la media europea o los 75 de Alemania, que dobla la cifra de España. Pese a ello Adif registró unas ganancias de 1.220 millones de euros en 2018
Según el último de informe de supervisión del mercado de transporte ferroviario de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la intensidad de uso de la red en España mejoró «ligeramente» en 2018 respecto al año anterior en dos décimas.
Esta intensidad es la relación que existe entre la actividad anual medida en los kilómetros recorridos cada día por los trenes españoles en comparación con la longitud total de la red nacional, es decir, el grado de utilización de la red.
En total, hay en España 15.358 kilómetros de vías ferroviarias, de los que el 75,8% son utilizados tanto para transportar viajeros como mercancías. Sin embargo, los servicios de pasajeros copan la mayor parte del tiempo, al registrar una ratio 6,5 veces superior a la del transporte de mercancías.
Asimismo, un 17% de la red española pertenece a vías de alta velocidad, en concreto, 2.655 kilómetros. Casi la mitad de toda la actividad que se desarrolla en la red española de vías se concentra en tres corredores, los que transcurren de Madrid a Barcelona, a Valencia y a Irún.
De esta forma, la suma de los servicios de mercancías y de viajeros arrojan una ratio de intensidad de uso de 35,3 puntos, casi 18 puntos menos que la media europea. En Países Bajos o Reino Unido, este uso de la red llega hasta los 144 puntos y los 95 puntos, respectivamente. En Alemania, asciende a los 75 puntos; en Italia, a los 50 puntos, y en Francia, a los 45 puntos.
ADIF INVIRTIÓ MÁS DE 1.200 M€
El informe de la CNMC también concluye que el número de pasajeros de tren creció un 3,9% y alcanzó los 507 millones de personas durante el año pasado, siendo el trayecto entre Madrid y Barcelona el más demandado, con más de cuatro millones de viajeros.
El uso de la red ferroviaria generó a Adif y Adif Alta Velocidad unos ingresos de 1.226 millones de euros, un 32,1% más que en 2017. Los gestores destinaron 1.220 millones a la inversión en nuevas infraestructuras, especialmente al desarrollo de la red de alta velocidad con el 92% de estos fondos.
Los servicios comerciales generaron unos ingresos de 1.459 millones de euros en 2018, un 3,3% más que en 2017; y desplazaron un total de 33,6 millones de personas, dos de cada tres en alta velocidad.
Por su parte, los servicios sujetos a obligaciones de servicio público (OSP) representaron el 43,2% del total de los kilómetros recorridos por viajeros, de los que los servicios de cercanías representaron el 87%.
La media distancia absorbió el 6,5% del total de viajeros del año, destacando el crecimiento de los servicios Avant, que alcanzaron
los 8,6 millones de viajeros, tras aumentar un 9,5% su oferta de plazas en 2018, frente a la estabilidad de la oferta de los servicios OSP restantes.
En términos de ingresos, los servicios OSP superaron a los servicios comerciales, con algo más de 1.968 millones de euros, de los que el 40% tuvieron su origen en la venta de billetes.
SOBREOCUPACIÓN EN EL CERCANÍAS DE MADRID
El informe del supervisor también reúne las estadísticas relativas a la evolución de la ocupación en los trenes, que alcanzó el 90,8% en la alta velocidad y el 86% en los servicios de larga distancia convencional.
No obstante, el número de plazas por tren se redujo un 3,7% en la alta velocidad y un 4,8% en la larga distancia, ambos respecto a las plazas ofertadas un año atrás. Así, el nivel de aprovechamiento, que tiene en cuenta la distancia recorrida por viajero, fue del 76,1% en AVE y del 65,1% en Larga Distancia.
Respecto al Cercanías, los datos muestran una sobresaturación en los servicios, ya que la ocupación alcanzó en Madrid el 128%, siete puntos más que un año atrás. En Barcelona, alcanzó el 98%, mientras que en la cornisa cantábrica fue del 35%.
En cuanto a los ingresos medios registrados por Renfe por cada viajero, los del AVE fueron netamente superiores a los alcanzados por la Larga Distancia (50,9 euros por viajero frente a los 30,4 euros, respectivamente).