Seguramente, tras haber disfrutado de unos menús navideños de escándalo durante estas fiestas, tendrás un gran problema: tu despensa está cargada de turrones y otros productos típicos de Navidad que no habéis podido consumir. ¿Y ahora qué haces? Pues mirar la fecha de caducidad para ver si se guardan hasta el año que viene o si, una vez se acabe el empacho de dulce, te acabas comiendo los restos. ¿Y qué pasa con los productos con fecha de consumo preferente?
Pues que parecen lo mismo, pero indican conceptos muy diferentes. El problema es que muchos consumidores creen que a partir de la fecha que aparece en el envase, el producto ya no se puede consumir. Y no, la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente no son lo mismo en absoluto. Así que te vamos a explicar las principales diferencias entre una y otra fecha para que sepas cómo debes diferenciarlas.
1Tiramos mucha comida a la basura por confundir fecha de caducidad con consumo preferente
Sí, uno de los mayores problemas que genera la incorrecta interpretación de las fechas en los envase, hacen que desperdiciemos una gran cantidad de comida. Se estima que llegamos a tirar a la basura cerca de 300 euros anuales en comida que podríamos haber aprovechado.
Y el gran problema es que, el consumidor solo se fija en la fecha que aparece impresa, con el día mes o año que pone. Sin fijarse si pone fecha de consumo preferente o fecha de caducidad.
Y claro, su respuesta consiste en tirar cualquier producto que haya sobrepasado dicha fecha, cuando no pasa en todos los casos.