jueves, 12 diciembre 2024

‘Fake news’: las tarifas para desacreditar a tu competencia

En un mes se puede orquestar una campaña de descrédito a través de las llamadas fake news -noticias falsas en inglés- contra un periodista por unos 55.000 dólares.

Hablamos de un periodista con una fama consolidada, que puede tener un blog personal donde publica unos tres artículos a la semana que suelen suscitar por ejemplo unos 200 comentarios cada uno.

Las noticias falsas contra la víctima en este caso se pueden comprar pagando una vez a la semana. Además, para difundirlas, el difamador puede comprar también 50.000 retuits o “me gusta” y 100.000 visitas. Estaríamos hablando de unos 2700 dólares por semana.

Un periodista con una reputación consolidada puede verse enfrentado a una campaña de difamación con noticias falsas

Además existe la opción de comprar cuatro vídeos que casen con los objetivos fijados y convertirlos en tendencia en You Tube por aproximadamente 2500 euros por vídeo.

Incluso se pueden comprar comentarios a esas noticias falsas y, para intentar levantar las menores sospechas posibles, se puede empezar con 500 comentarios de los cuales, por ejemplo, 400 sean positivos, 80 estén redactados en un tono neutral y 20 de carácter negativo.

Quizá empiecen generando 500 comentarios de los cuales solo una minoría serán negativos

Si alguien se decide a pagar 1000 dólares por este servicio, entonces estaríamos hablando de 4000 comentarios generados no precisamente de forma espontánea.

Hasta aquí un posible plan para ganar la credibilidad que tanto se necesita para dar el siguiente paso.

"Fake news carteles contra Trump"
Carteles: «Trump are fake news». /Mathias Wasik (Wikimedia).

En la siguiente fase se puede comprar por 240 dólares una cuenta de Twitter con 200.000 seguidores tras los cuales tan solo hay bots.

Acto seguido, se ponen unos 3000 dólares para generar 12.000 comentarios negativos que enlazarán a noticias falsas sobre ese periodista.

En una de las entradas de ese profesional de la información empezarán a aparecer esos comentarios negativos, los “no me gusta”, y este nada casual cambio en la tendencia de las opiniones de la audiencia tendrá su reflejo en 25.000 visitas y 10.000 retuits.

En un momento dado, en las entradas del blog de ese periodista empezarán a aparecer comentarios negativos

Esto último por 20.400 dólares en el mercado negro.

La suma total asciende a los 45.440, pero los autores del informe de Trend Micro han optado por redondear la cantidad final en 55.000 dólares.

En el documento se detallan servicios concretos de este tipo en el mercado negro, en lo que consideran una zona “gris” y en la legalidad.

Estos últimos, como ocurre en otros casos, son productos y servicios legales que se utilizan con fines ilegales o, al menos, poco éticos.

Se detallan servicios concretos en el mercado negro para llevar a cabo este tipo de campañas

Los investigadores se centran en analizar pormenorizadamente algunos de ellos situados en los mercados chino, ruso y de Oriente Medio.

Cuando hablan de los precios por llevar a cabo, como estamos contando, el descrédito de un periodista -por ejemplo- se refieren a que normalmente alguien que quiera llevar a cabo una acción similar se apoyará en más de un servicio.

Por tanto, se puede decir que establecen distintos escenarios y calculan qué servicios necesitaría un difamador para llevar a cabo una campaña y cuánto habría de durar dicha campaña para lograr cierta efectividad.

"Fake news ilustración finales del XIX"
Ilustración de 1896. / Frederick Burr Opper (Wikimedia).

Injerencia en unas elecciones por menos de medio millón de dólares

Incluso se han atrevido a calcular el presupuesto de crear un escenario para alterar la percepción de aquellos individuos sometidos a una decisión colectiva de calado como puede ser unas elecciones, acuerdos comerciales o un referéndum.

De acuerdo con los cálculos hechos por merca2 sumando las cifras ofrecidas en esta parte del informe estaríamos hablando de 303.000 euros que los investigadores prefieren de nuevo redondear elevando la cantidad hasta los 400.000.

En cualquier caso, lo que parece evidente de acuerdo con el criterio de los analistas es que se puede organizar una campaña de doce meses para alterar la percepción de la gente en un sentido determinado y atraerla al terreno de los instigadores de dicha campaña y sus propósitos con un presupuesto inferior a 500.000 dólares.

Sería posible organizar una campaña a lo largo de un año para alterar la percepción de la gente

El comité que sostiene a una candidatura a la presidencia de un país, por ejemplo, podría optar por hacerse con varios portales de noticias. Han de estar enfocados a una zona en particular y a un tema de interés.

Al menos harían falta cinco portales de estos para que se hagan referencias cruzadas entre unos y otros y así dotarlos de una mínima apariencia si no de credibilidad, sí de fiabilidad en un primer momento. Estaríamos hablando de 3000 dólares por cada uno de estos portales.

Es el momento entonces de contratar un servicio por 5000 euros que permita rellenar estos portales con noticias falsas que deben presentarse bajo la apariencia de sólidas fuentes de información.

Al principio los portales tienen que tratar de aparentar un mínimo de credibilidad

Agregar servicios al portal tales como la moderación de comentarios o similares puede tener un coste de otros 5000 dólares, eso sí, esta cifra es mensual, así que hablamos de un coste de mantenimiento de la web de 60.000 euros al año.

Las noticias falsas se pueden promocionar en redes sociales. En concreto, en plataformas como You Tube, así como comprar entradas en estas mismas redes sociales compartiendo los artículos, comentarios positivos sobre las mismas, etcétera.

Todo ello por 36.000 euros al año, es decir, 3000 euros al mes.

Quien haya organizado este tipo de campaña puede optar por otro lado por producir contenidos noticiosos auténticos con la intención de hacerse un nombre, una huella en Internet que permita, en definitiva, que el contenido de las noticias falsas pueda diseminarse mejor.

Se elaboran contenidos con noticias auténticas para luego poder difundir mejor el contenido de las falsas

Se puede construir también una red que sirva de correa de transmisión entre esos sitios dedicados a publicar noticias falsas y medios de comunicación con una reputación ya consolidada.

Esta fase de la campaña es crucial, pues en ella se verá cuántas noticias falsas salen de las sombras para acabar mezclándose con otras elaboradas en principio con fines que la sociedad considera legítimos.

Quienquiera que haya construido un servicio tan específico para cubrir exactamente esta fase, seguramente sabrá de su importancia pues hacerse con él supone poder -o estar dispuesto a- desembolsar 10.000 dólares mensuales.

En algún momento se terminan mezclando con aquellas elaboradas con fines legítimos

Si quien ponga en marcha este proceso quiere añadidos que hagan de altavoces de su mensaje, puede pagar 35.000 dólares en el mercado negro por entradas y comentarios segmentados por región, edad u otras características que lleven a acercarse a un grupo de personas muy definido.

Si se quiere disponer de hasta veinte vídeos con la peculiaridad de que estén especialmente enfocados a aparecer en Tendencias de You Tube es necesario estar dispuesto a gastarse unos 10.000 euros.

Hasta 35.000 dólares en el mercado negro por comentarios segmentados por región y edad

Como se puede ver no solo se ofrece un servicio que puede dar casi cualquiera, sino que se oferta a condición de un supuesto resultado que influye en el precio.

Por ejemplo, hay algún servicio de fabricación de diez noticias falsas que promete su colocación en grandes medios de comunicación por 27.000 dólares.

"Fake news cartel a favor de Trump"
Cartel: «CNN is very fake news». /Ted Eytan (Wikimedia).

El verdadero dique

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso puso en marcha una página web dedicada a enumerar y desmentir las noticias consideradas falsas sobre el país euroasiático.

Algo parecido se puede encontrar en la web del Servicio Europeo de Acción Exterior donde todas las semanas se actualizan los contenidos clasificados como informaciones falsas.

Alemania ha optado por una vía considerablemente más expeditiva ante la inminente celebración de las elecciones al Bundestag: pretende multar hasta con 50 millones de euros a aquellas redes sociales que no borren con la suficiente celeridad los contenidos de las noticias falsas.

Alemania puede llegar a multar con 50 millones de euros a una red social si no borra a tiempo las noticias falsas

Google y redes sociales como Facebook y Twitter han introducido mejoras en forma de filtros, afinando supuestamente los criterios para establecer la credibilidad o falta de ella de las noticias y cerrando cuentas sospechosas de ser falsas o estar controladas por bots.

No obstante, los investigadores destacan que el usuario de las redes sociales es quien realmente puede poner coto a las noticias falsas leyendo más allá de los titulares, investigando al autor de la noticia, cuándo y dónde se publicó, contrastarla en otros medios considerados fiables, etcétera.


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