Banco Santander se ha ahorrado en 2019, 120 millones de euros. Estaba previsto que en enero (tal y como anunció la entidad en septiembre de 2018) el italiano Andrea Orcel, de UBS, entrara en el banco como consejero delegado. Un fichaje de 50 millones de euros que ha acabado con una demanda al Santander, en la que el banquero reclama 112 millones.
Por otra parte, la entidad, acaba de esquivar otros 6,8 millones de euros que tendría que abonar a Scott Powell, que era hasta hace un par de semanas su primer espada en Estados Unidos. Powell ha salido del banco tras fichar por Wells Fargo como Jefe de Operaciones y ha renunciado a sus bonus a cambio de que le dejen trabajar en la competencia.
La segunda operación está más clara, sin embargo, la de Orcel no se resolverá hasta 2020. La celebración de la vista previa al juicio en el que Banco Santander y Andrea Orcel se enfrentarán se ha fijado para el 13 de abril.
UN FICHAJE FRUSTRADO
En septiembre de 2018, el Banco Santander anunciaba el fichaje de Andrea Orcel, que en ese momento era miembro del comité ejecutivo de UBS, como nuevo consejero delegado del banco. Un cargo que asumiría el 1 de enero de 2019 en sustitución de José Antonio Álvarez. La presidenta de la entidad, Ana Botín lo hizo público en su cuenta de Twitter el 25 de septiembre.
Lo que si dejaron claro es que el nombramiento no tendría efecto hasta obtener las autorizaciones correspondientes. Pero Orcel nunca asumió su cargo. Arrancando el año, la entidad dio marcha atrás y el 15 de enero anunció que lo cancelaba. El problema: el alto coste de su contratación.
El Santander le había prometido 50 millones de euros el primer año en retribuciones variables pendientes de cobro que se habían generado en UBS. Pero anunció que era “inaceptable” compensarle por el bonus que iba a dejar de percibir en UBS al marcharse del banco suizo.
Tan rápido fue la cosa que a finales de mes, Orcel ya quería denunciar al Santander. Y el 3 de julio ya había puesto la demanda y reclamaba 102 millones, el doble de lo que costaba su fichaje.
CONVERSACIONES GRABADAS
El italiano ve a su favor la carta contractual de Santander donde le ofrecía 50 millones de euros. Pero además reclama que se le compense por daños y perjuicios por la situación en la que quedó ante el mercado, así como que le compensen por el sueldo que ha dejado de cobrar en UBS.
El periódico Financial Times hizo público uno de los motivos por los que el Santander canceló el fichaje. Y es que Orcel le pidió más poder a Botín. Al parecer en una serie de conversaciones que mantuvieron los dos en Navidad del pasado año, Orcel indicó que se instalara un sistema de mando «en cascada» donde él reportaría directamente a la presidenta y el resto de los mandos a él.
Su exigencia y el desembolso económico llevarían a la presidenta a optar por su no fichaje. Desde luego, lo que siempre defiende el banco es que en ningún momento hubo contrato, solo una oferta. y hasta la fecha, lo que se sabe es que la celebración de la vista previa al juicio será el 13 de abril. Y que Orcel ha aportado conversaciones telefónicas transcritas y grabadas.
EL CASO POWELL
Mejor le ha salido al banco el caso Powell. El ex CEO comunicó su decisión de abandonar el grupo el 26 de noviembre. El 2 de diciembre, los consejos de administración de Santander Holding USA y de Santander Consumer USA informaron de algunos cambios y del nombramiento de Tim Wennes como consejero delegado de Santander US.
De manera que Wennes pasaba a sustituir a Scott Powell, que dejaba el grupo tras fichar por Wells Fargo. El 15 de diciembre ya se conocía que la entidad cántabra no tendría que abonar a Powell retribuciones variables pendientes de cobro (de 6,8 millones de euros).
Powell, que llevaba en el Santander desde 2015, renunciaba a sus bonus a cambio de que le permitieran trabajar en la competencia. Y será Wells Fargo quien pague a Powell ese importe, además de otra prima (por el fichaje) de casi tres millones de euros.
Otro de los requisitos del Santander, es que Powell no puede fichar a personal de Santander por un periodo de ocho meses, ni asumir ninguna otro cargo adicional al de director de operaciones en Wells Fargo en 12 meses, como explica en una carta enviada al supervisor estadounidense.