Nadie puede negar que Gran Hermano es la niña bonita de Telecinco. El programa que dirige actualmente Jorge Javier Vázquez es todo un éxito en audiencias. Sí, sus competidores intentan plantar cara al reality show estrella de Mediaset, pero solo El Hormiguero es capaz de rascar un poco de share al gran peso pesado de su rival. Y es que, las polémicas venden.
Porque, seamos claros: Gran Hermano es un foco de todo tipo de polémicas. Con permiso de Supervivientes, el otro exitoso reality show de la cadena, todas las galas de este programa comienzan muy bien, pero suelen terminar bastante mal. Gritos, peleas e insultos son el pan de cada día. Y, si no, ya se encarga el equipo de producción de mostrar momentos vividos en la casa de Guadalix de la Sierra para calentar a los concursantes.
1Sí, Gran Hermano vive de las polémicas
Lo que pasa es que, puede gustarte más o menos este formato, pero la gran base del éxito de Gran Hermano tiene que ver con las polémicas. Y, razones no le faltan.
La primera y segunda edición de GH, los concursantes no sabían de qué iba el tema, además de que la novedad del programa le aportaba una frescura realmente interesante. No existían las estrategias, y la gente actuaba de una forma muy natural.
Ahora, los participantes de las diferentes ediciones se preparan una estrategia que van a seguir para ganar el concurso. No juegan de forma natural, sino que tienen muy claro cómo han de actuar. Y claro, todo parece más forzado. Por este motivo, hay que buscar alicientes para los espectadores: y aquí es donde entran las polémicas. ¿Que está muy tranquila la cosa? Ya se encargará el programa de agitar el avispero. Aunque a veces se pasa de rosca.