viernes, 13 diciembre 2024

Rajoy cambia de estrategia: intervendrá durante la moción de censura

Desde el minuto uno en el que Pablo Iglesias anunció la moción de censura contra Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno y líder del PP tenía claro –como ya hemos contado en este post- que no iba a intervenir en el debate. Era una forma de ‘ningunear’ a Iglesias y de restarle interés, protagonismo e importancia a la propia moción de censura. Y esto era así hasta hace unos días. De hecho, seguirá siendo así el martes porque lo previsto sigue siendo que los turnos de réplica a Iglesias los protagonice el portavoz parlamentario popular, Rafael Hernando.

Sin embargo, algo ha cambiado desde hace unos días: si hasta ahora Rajoy no pensaba moverse de su escaño, en las últimas horas se está planteando la posibilidad de salir a escena a cerrar el debate con una única intervención. Sin embargo, el destinatario final de sus palabras –aunque sin duda hará una referencia al motivo por el que se celebra ese debate- no será Pablo Iglesias.

La receta de Rajoy para hundir a Iglesias

Los destinatarios finales de sus palabras serán un Albert Rivera, líder de Ciudadanos, que sí estará presente en el debate y que, además, tiene previsto subir a la tribuna, y un Pedro Sánchez, secretario general del PSOE que, aunque no estará sentado en su escaño al que renunció el pasado mes de octubre, es bastante probable que asista al debate desde la tribuna de invitados y que hablara por boca de su portavoz parlamentario en funciones, José Luis Ábalos.

¿Por qué quiere hacer esto Rajoy? Pues básicamente porque sabe que tanto Abalos/Sánchez como Albert Rivera, pese a que el PSOE se abstendrá y Ciudadanos votará en contra de la iniciativa de Iglesias, van a aprovechar sus turnos no para explicar su posición respecto de la moción de censura, sino para poner contra las cuerdas a Rajoy por la inoperancia del PP en la respuesta a sus casos de corrupción.

Es decir, le van a hacer su propia censura a Rajoy aprovechando la circunstancia que les ha regalado Iglesias que, de este modo, se queda bastante marginado de la realidad política parlamentaria. Y Rajoy quiere responder, y quiere hacerlo con dureza, con contundencia, denunciando los incumplimientos de Ciudadanos y la ambigüedad de Sánchez. Y, al mismo tempo, defender su gestión.

El problema es que la única gestión que puede defender Rajoy es la de haber conseguido los apoyos para aprobar los presupuestos. Nada mas. Y, por el contrario, entre amnistías fiscales declaradas inconstitucionales, ventas cuando menos dolorosas para muchos accionistas y empleados de bancos como el Popular, y casos de corrupción varios, el PP le está regalando mucha munición al PSOE y a Ciudadanos.


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