El consejero delegado de Nissan, Makoto Uchida, ha explicado en su primera rueda de prensa desde que fue nombrado máximo dirigente del fabricante que la alianza a tres con Renault y Mitsubishi “debe beneficiar a todas las partes”. Por eso mismo, ha insistido, “se necesitan cambios en el pacto para aumentar las ventas y ganancias de las compañías”.
El directivo japonés ha declarado que está analizando qué funciona, qué no en la alianza con Renault SA y Mitsubishi Motors, y así decidir cómo seguir adelante. «La alianza es crítica para alcanzar nuestras metas», ha indicado Uchida en la sede de Nissan en Yokohama.
Tras la caída de Ghosn las tensiones entre las compañías japonesa y francesa han ido la aumentado. El desafío de la carrera del vehículo eléctrico y la conducción autónoma, el fuerte retroceso en los beneficios, las presiones en cuanto a las emisiones nocivas y, sobre todo, el reparto de poder, forman una mezcla que puede explotar en cualquier momento.
Uchida ha declarado que las compañías no han mantenido conversaciones sobre el cambio de la estructura de capital en la asociación, uno de los mayores puntos de fricción en la alianza. Renault posee el 43% de Nissan con derecho a voto. Por su parte, Nissan tiene una participación del 15% en Renault, sin votos. Nissan también cuenta con una participación en Mitsubishi Motors, que Ghosn trajo a la alianza en 2016.
«Queremos seguir adelante con nuestra relación con Renault, al tiempo que preservamos nuestra independencia«, ha apuntado Uchida. “Para tener una alianza, debe ser beneficioso para todas las partes», ha afirmado. «Esto significa tener una estructura que conduce al crecimiento de las ventas y la rentabilidad», ha deslizado. Estas declaraciones contrastan con las informaciones publicadas sobre una búsqueda de otro socio asiático por parte de Renault.
Las relaciones se tensaron aún más cuando el antecesor de Uchida, Hiroto Saikawa, no respaldó el plan de Renault para fusionarse con Fiat Chrysler Automobiles (FCA). Finalmente, Fiat Chrysler acordó iniciar un proceso de fusión con el Grupo PSA en su lugar.
NISSAN PIDE PERDÓN
Makoto Uchida ha mostrado su más «sincero» arrepentimiento por cualquier «preocupación» que la marca nipona haya podido causar en el pasado, como los supuestos delitos fiscales cometidos por el ex presidente de la compañía Carlos Ghosn. «No puedo exagerar cómo de en serio nos estamos tomando esta situación», ha afirmado.
El directivo ha señalado que los problemas recientes relacionados con las inspecciones fiscales en Japón y la «mala conducta» ejecutiva han supuesto «serios» agravios para la empresa de gestión operativa. Estas dejaron un gobierno corporativo «débil. «Esto no solo dañó nuestra reputación”, ha subrayado. “Al tratar de alcanzar objetivos demasiados ambiciosos, causamos un rápido descenso en nuestro rendimiento», ha ahondado Uchida.
En este sentido, Uchida ha destacado que respeto, transparencia y confianza son las tres palabras que mejor le definen, así como que tiene la intención de crear una cultura corporativa donde se escuche a los clientes, distribuidores, proveedores y demás partes interesadas tanto fuera como dentro de la organización.
Uchida ha finalizado su discurso asegurando que quiere hacer de Nissan una empresa que marque tendencia en el futuro de la movilidad. «Quiero que nuestros empleados se sientan orgullosos de trabajar para Nissan”. “Si podemos hacer esto, recuperaremos la confianza de nuestros clientes», ha enfatizado.
Ghosn, en libertad bajo fianza, está acusado en Japón de delitos fiscales y de abuso de confianza agravado por desviar supuestamente fondos de Nissan y de no declarar la totalidad de sus remuneraciones. Se mantiene a la espera de que comience su juicio.
Por su parte, Hiroto Saikawa, quien ocupaba la posición de consejero delgado antes de la llegada de Uchida, se vio obligado a dimitir después de que se conociera que había recibido remuneraciones más elevadas de lo que le correspondía.