Tras más de una década entre los cien deportistas con más ingresos (entre salario y patrocinios), la prestigiosa revista Forbes no incluyó a Fernando Alonso en su última publicación. La presencia del español en el WEC no ha sido suficiente, ni tampoco lo será el Dakar. La única vía del piloto español para percibir un salario similar a la F1 es la NASCAR. Una oportunidad real que el protagonista ya ha explorado con una grata sensación.
Fue hace exactamente un año, en Bahréin. Fernando Alonso intercambio un McLaren de 2013 con un Chevrolet Camaro de Jimmie Johnson (siete veces campeón de la Nascar). Entonces el asturiano acababa de concluir su etapa en la Fórmula 1, donde sus elevados contratos le han ubicado entre los cinco pilotos que más dinero se han embolsado en esta competición. En 2019 sus retos han sido diferentes: Mundial de Resistencia, Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis. Los resultados, dispares. Triunfos con Toyota en los dos primeros eventos y fracaso con McLaren en su reto por completar la triple corona.
El diario Extraconfidencial cifró en 20 millones de euros aproximadamente el sueldo de Fernando Alonso con Toyota. Un dato que no refleja la verdad de un contrato que no ha salido a la luz. Pero Forbes lo tiene claro: no ha sido suficiente. La famosa revista ha publicado su número antes de concluir el año, pero tiene en cuenta el curso 2019 y no los doce meses naturales desde que ofrece los resultados. De no ser así, el asturiano hubiese permanecido en el ranking, ya que en su último año en McLaren ganó 30 millones de euros. Una cifra por debajo de campeones como Lewis Hamilton o Sebastian Vettel, pero por encima del resto de la parrilla.
FERNANDO ALONSO PUEDE GANAR 20 M€ EN LA NASCAR
El 2020 se presenta diferente. Con la certeza del ‘bombazo’ que ha supuesto su presencia en el Dakar, y con la incertidumbre de qué reto afrontará después. Si algo está claro es que el español no se tomará un año sabático tras el Dakar, que concluye a mediados de enero. La otra vía que tenía abierta, su regreso a la F1, se ha cerrado de un portazo: todos los equipos tienen confirmados a sus pilotos de cara a 2020. La revolución y su posible regreso podría producirse en 2021, aunque las escuderías punteras tienen bien cubiertos sus monoplazas.
La vía más accesible es la NASCAR. Toyota ha coqueteado con esa posibilidad y Fernando Alonso siempre ha dejado abierta esa puerta. Económicamente, es el salto más grande que puede dar en estos momentos. Jimmie Johnson y Dale Earnhardt, dos de pilotos históricos (vigentes en la actualidad), cobran en torno a 18 millones de euros. El caché de Fernando Alonso no sería inferior pese a su condición de novato. Tanto en el WEC como en el Dakar ha recibido el sí de los equipos más potentes y un trato preferencial por su currículum en la F1.
Lo mismo sucedería en la NASCAR, donde a Fernando Alonso le bastaría con un salario algo inferior al que perciben los campeones. En 2019 Virat Kohli (críquet) cerró la lista Forbes con unos ingresos de casi 23 millones de euros (la mayoría a través de sponsors). Si el asturiano se embauca en la competición estadounidense a buen seguro volvería a la torna de los más ricos, donde ha estado presente de forma ininterrumpida desde sus precoces éxitos en la F1.
EE.UU., UN TERRENO POR EXPLOTAR
La estrategia de Fernando Alonso de experimentar nuevos retos va ligada al dinero. No directamente a su salario, pero sí a sus intereses empresariales. Más allá de la exportación de su circuito de karts a diferentes puntos de Asia o de su incursión en los Esports, donde el beneficio parece seguro, el español quiere fortalecer su marca de ropa. La obsesión de Alonso por su marca es evidente, con una publicidad diaria a través de los productos que él mismo porta. En MERCA2 comentamos hace unas semanas que Quimoalar (Kimoa) aumentó su volumen de ventas pese a seguir en números rojos.
Tras difundir la marca por diferentes rincones durante su última etapa en la F1, el Dakar será el pelotazo, con una audiencia diferente y a nivel mundial. La baza de la NASCAR sería otro impulso destacado para su firma por el creciente interés del público estadounidense: la afluencia en el GP de Canadá de F1 aumentó más de un 20% en 2019. Los datos son claros: el Dakar y la NASCAR son la única vía de Alonso para recuperar su estatus económico. Y de paso, para relanzar sus negocios.