viernes, 22 noviembre 2024

Momentos ridículos la primera vez que tienes sexo con tu pareja

En una pareja que está empezando, cuando se acerca el instante de tener sexo, lo que se te pasa por la cabeza es que todo sea perfecto y salga de maravilla. No obstante, la ley de Murphy existe y estará pendiente para que, cuanto peor vaya el asunto, mejor se lo pase.

Hoy en día no es muy normal esperar demasiado para tener sexo con alguien, más bien suele ser al revés, primero tienes relaciones y ya después si eso quedas de nuevo o le pides el número de teléfono. No obstante, hay momentos en los que la otra persona realmente te gusta y no es solo algo solamente físico. Cuando te atrae más su intelecto y su forma de ser que su aspecto es cuando la cosa empieza a ponerse fea.

Si te enamoras de alguien tardas más en tener sexo por miedo a que algo pueda salir mal o porque quieres esperar al momento oportuno y recordarlo de por vida. La verdad es que cuanto más se planee una cosa peor suele salir. Las locuras sin pensar son más funcionales, entre otras cosas, porque nunca esperas que funcionen y tus expectativas son lo suficientemente bajas, por lo que si va medianamente bien es un logro.

Sin embargo, cuando decides organizarlo todo, lo mínimo que se eche a perder será un gran fracaso para ti. Esto es algo así como lo de ver el vaso medio lleno o medio vacío, pero en sexo y parejas.

Aquí van algunas circunstancias totalmente ridículas que pueden llegar a sucederte la primera vez que tienes sexo con tu pareja, pero que, sin embargo, por muy desastrosas que te resulten, con los años las recordarás con cariño.

Excitación repentina en el sexo

testiculos masculinos

Cuando tienes una pareja nueva, lo normal es que al principio cualquier cosa que te haga lo sientas magnificado y te excites sobremanera. Eso le sucede tanto a hombres como a mujeres. El problema es que en el sexo femenino la respuesta es irse a casa con las bragas mojadas y en el masculino ponerse a señalar de buenas a primeras.

Si es justo antes del momento de tener sexo no te viene nada mal, pero si el motivo ha sido que te ha rozado el brazo la verdad es que es un poco más vergonzoso.

Gatillazo femenino y masculino

gatillazo en la cama

El tener un gatillazo la primera vez que se “intenta” tener sexo con tu pareja es algo completamente normal, lo que no quita que quieras que te coma la tierra y te escupa en la otra parte del planeta ya vestido.

Cuando se escucha la palabra “gatillazo” siempre se piensa en el miembro varonil demasiado alicaído y sin ningunas ganas de formar parte del espectáculo. No obstante, las mujeres también pueden tener un gatillazo.

Si una mujer se pone demasiado nerviosa y está estresada o agobiada por ser la primera vez con alguien, sus partes cobran vida propia, cierran la puerta y ya puedes llevar un martillo y un cincel que aquello no lo abre ni Dios…

Condón reversible y sexo

sexo con protección en la pareja

Ponerse el condón es algo importante a la hora de tener sexo con una pareja por primera vez, tanto para evitar los embarazos no deseados como para prevenir coger alguna enfermedad de transmisión sexual. Recuerda que por chupar el miembro de ambos también se cogen enfermedades.

Ponte en situación. Estáis tumbados en la cama a punto de caramelo, es el momento en el que la ropa comienza a desaparecer y sacas el preservativo para enfundar al muchacho. Hasta ahí todo bien, ahora es cuando vienen las mil posibilidades de que la cosa no acabe bien.

Los condones deberían ser abrefáciles y si te fijas bien en los laditos suelen tener el plástico con triangulitos para que sea más sencilla su extracción. En lugar de coger con dos dedos el envoltorio y tirar de un lado hacia otro, lo primero que se hace con los nervios es metértelo en la boca, pegar un bocado y tirar. MAL.

  • Al morder rompes el preservativo, te pones nervioso y Manolito se va a por pan mientras te decides.
  • Cuando das el bocado al plastiquito tan solo abres un trozo, pero no lo suficientemente grande como para que salga, en modo kétchup del McDonald’s, y tienes que seguir dando bocados hasta que aquello decida salir.

Los condones son el mal cuando algo decide torcerse. El saber cómo ponerlo también es una odisea. Te recomiendo que lo apoyes en el miembro y que con dos dedos oprimas la cavidad que tiene en el extremo para cuando eyacules, de lo contrario al bajarlo coge aire y de pronto se te ha transformado el pene en un gracioso globo en miniatura.

Mascotas

pareja sexo y gatos

Sí, amas a tu mascota y la quieres hacer partícipe de todas las cosas buenas que te suceden en la vida, es lo más normal del mundo. Sin embargo, cuando vas a tener sexo lo mismo que tu peludo esté por allí dando vueltas no es lo más indicado.

En el mejor de los casos tan solo os llevaréis algún que otro chupetón por parte del cuadrúpedo. Es un poco ridículo y totalmente antihigiénico, pero no creará ningún trauma a la pareja. No obstante, los gatos y las pelotas son algo que se atraen al igual que las flores y las abejas. Cuando se está a cuatro patas teniendo sexo los testículos masculinos vistos desde la expectativa de un gato son cositas que les están diciendo “ven y aráñame”.

Ropa interior

sexo pareja y ropa interior

Antiguamente, las madres decían que te tenías que cambiar de ropa interior a diario, no porque fuese higiénico y esas nimiedades, era por si sufrías un accidente repentino y tenías que ir al hospital. Pues con el tema del sexo y la ropa interior igual.

Tú te pones tu mejor lencería para que tu pareja se sorprenda y ese día se alinean los planetas para que no tengáis sexo. Pero ahora ponte las bragas de tu abuela de color carne feo que están desgastadas y llenas de lejía, pues ese día toca tener sexo y no sabes cómo esconderlas sin que se dé cuenta.

Sonidos corporales

flujo pareja y sexo

El peor momento del mundo mundial es cuando la primera vez que tienes sexo con alguien a tu cuerpo le da por parecer la novena sinfonía de Beethoven. Cuando una mujer se excita mucho, su vagina puede llegar a lubricarse demasiado y parecer las cataratas del Niágara, entonces el miembro masculino entra y sale como Pedro por su casa.

Esto supone dos problemas: Uno es que ninguno de los dos os vais a enterar de mucho a no ser que el hombre tenga el miembro en modo brazo de leñador; y dos, que la oquedad vaginal comience a llenarse de aire.

Todo lo que entra sale y en este caso no iba a ser diferente. En el momento que menos te lo esperes la vagina comenzará a soltar unos gases ridículos que no podrás controlar y que mandarán tu momento romántico a la otra punta del planeta.


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