Una frase del presidente del comité ejecutivo de Seat, Luca de Meo, ha tambaleado los cimientos económicos de Cataluña y España. Sobre la mesa, un impacto económico que supera los 10.000 millones de euros, es decir, el 0,8% del PIB nacional en 2018.
En una entrevista publicada el lunes en el diario La Vanguardia, el directivo italiano mostró su preocupación por los cortes de las carreteras catalanas en las últimas jornadas. “Parar un día ha provocado un daño económico de decenas de millones de euros”, afirmó. De Meo explicó que su miedo es que “si esto sigue, el grupo tiene otras opciones, dispone de plantas en casi todos los países de Europa”. “No es una queja ni una advertencia, sino un estado de ánimo”, señaló.
Seat es algo más para España y Cataluña que una fábrica de coches. La firma integrada en el grupo Volkswagen contribuye al desarrollo económico del país con unos ingresos de 9.552 millones de euros (en 2018), lo que representa el 0,82% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. Además, genera más de 100.000 empleos, tanto directos como indirectos e inducidos (0,53% del total en España). Son datos publicados en el informe anual de Seat relativo al año pasado.
Además, Seat es la empresa exportadora líder de la industria española con casi el 3% de todas las exportaciones de nuestro país (7.9545,1 millones de euros). Con presencia en 80 países, la firma de origen español exporta el 80% de sus vehículos. La planta de Martorell produjo 474.300 vehículos en 2018 (390.699 Seat y 83.601 Audi). Para que se hagan una idea, sale un coche de las líneas cada 30 segundos, 2.300 unidades al día.
El trabajo de los 14.627 empleados directos e indirectos (con los inducidos llega a 100.000) de Seat ha permitido a la empresa presentar unos resultados históricos en los últimos años. En 2018 vendió 596.181 coches, un 2,9% más que en 2017. Finalizó el ejercicio con la mayor cifra de ingresos de su historia, 9.991 millones de euros, y un beneficio después de impuestos de 294,2 millones de euros (+4,6%).
Como todas las empresas legales en España, Hacienda tiene su parte del pastel. De acuerdo a las cifras oficiales publicadas en el informe anual de la marca, Seat contribuye a las arcas públicas con 802 millones de euros en impuestos. Ni más ni menos que el 8,4% de su facturación total en España. Este montante representa el 4,4% del presupuesto de la Administración General del Estado para prestaciones por desempleo; el 14,6% del presupuesto de la Administración General del Estado para políticas activas de empleo; o el presupuesto de la Administración General del Estado para cultura.
LOS INTANGIBLES DE SEAT
Más allá de las cifras históricas de ventas y producción de Seat, la marca aporta unos intangibles difícilmente medibles para los economistas, pero muy visibles y relevantes para la sociedad y la economía españolas.
En primer lugar, la imagen de innovación, eficiencia, diseño y profesionalidad que proyecta en el extranjero. De hecho, Seat se ha convertido en laboratorio principal de la electrificación de Volkswagen, así como en la puerta de acceso de los jóvenes a los modelos del grupo automovilístico alemán. Seat es marca España y Seat es marca Cataluña. Unidos, de la mano en el mundo desde su fundación en 1950.
Por otro lado, está en impacto social de Seat. Sobre todo, en Cataluña. Valgan un par de ejemplos para ilustrar el compromiso de la marca con la sociedad española. Destinó más de 2,4 millones de euros a proyectos de acción social en España en 2017. Otros 17 millones a la formación y capacitación de sus empleados.
Seat cuida a sus trabajadores. En 2017 puso en funcionamiento del Centro de Atención y Rehabilitación Sanitaria (CARS) y la constitución del Comité Científico Seat Empresa Saludable (CCSES). Ubicado en Martorell, CARS es un centro sanitario que ofrece una atención integral, multidisciplinaria y gratuita a todos los trabajadores de SEAT. Incluye las especialidades de traumatología, cardiología, ginecología, salud mental, diagnóstico por imagen, fisioterapia, fitness y rehabilitación, y realiza el control médico-asistencial de cada uno de los casos que atiende.
Otro eslabón de la cadena de valor. La Escuela de Aprendices, el centro de formación profesional de Seat desde hace más de 60 años, afrontó la renovación de su oferta formativa con el propósito de impulsar la Industria 4.0. La Escuela pasó de impartir ciclos de formación profesional de grado medio a ofrecer ciclos de grado superior ampliados y adaptados a las nuevas necesidades derivadas de la transformación de la industria y la digitalización.
En concreto, desde el curso 2018-2019 se imparten los ciclos de Automatización y Robótica Industrial (15 plazas), Programación de la Producción en Fabricación Mecánica (15 plazas) y Mecatrónica Industrial (30 plazas). Estos ciclos tienen una duración de tres años y continúan basándose en el sistema dual alemán, que combina la formación teórica con el aprendizaje práctico en la propia Escuela y en Seat Martorell, Seat Barcelona o Seat Componentes. Además, se ofrece una doble titulación oficial española y alemana.
COMPROMISO MEDIOAMBIENTAL
En política medioambiental Seat también quiere dejar huella. Además del compromiso de producir seis modelos eléctricos de aquí a 2021 y presentar su primera moto eléctrica, la propia compañía predica con el ejemplo. En 2018, las iniciativas de ahorro y eficiencia energética permitieron la reducción de 30.160 MWh. El nuevo reto establecido es disminuir en un 50% el impacto ambiental en estos indicadores para 2025. Una gran herramienta para lograrlo es ‘Seat al Sol’, la mayor planta solar de la industria automovilística en Europa. En total, 53.000 paneles en una superficie de 276.000 m2 (equivalente a 40 campos de fútbol) que genera 17 millones de kWh al año.
Un día después de la entrevista, Luca de Meo ha dicho en un encuentro con los medios durante el salón Smart City Expo World Congress (SCEWC) que «yo lo único que pido es que me dejen trabajar«. Lo malo será que no le dejen.