Unidas Podemos quiere aprovecharse del descontrol que anida en RTVE y Pablo Iglesias aspira con ‘quedarse’ la Corporación Pública, idea de la que, en parte, surgió Podemos ante la miopía mediática que lastraba a Izquierda Unida.
Ana Pardo de Vera, directora de Público, aseguró el pasado año que Iglesias le ofreció la presidencia de RTVE antes de que el PSOE y Podemos se pusieran zancadillas para derribar a sus respectivos candidatos.
El ‘mal menor’ para ambas fuerzas fue Rosa María Mateo, que prometía regeneración y ha ofrecido soberbia ante los diputados del PP, entreguismo ante La Moncloa con las negociaciones del debate político de abril, y sonrisas al Gobierno para que los ‘Telediarios’ sean controlados por un comisario político del PSOE, Enric Hernández.
RTVE BARRUNTA CAMBIOS
Rosa María Mateo dejó claro hace unos meses que se irá cinco minutos antes de que la echen: «Tengo que decirles que en el momento en que se celebren unas elecciones y haya nuevo Gobierno, presentaré mi dimisión inmediata».
Iglesias aseguraba, antes de que intentar colocar a sus amigos, que RTVE «debe ser un servicio público. No puede ser un aparato de propaganda del partido que gobierne y al mismo tiempo tiene que ser un servicio público de calidad. Un servicio público de calidad que funcione y que sea una referencia a muchísimos niveles».
Y los Consejos de Informativos, hartos de que todos los políticos digan en la oposición que quieren regenerar RTVE y la manipulen en cuanto toquen moqueta, explica que «es necesaria la estabilidad en las más altas instancias de la Corporación, para poder desarrollar un proyecto de programación informativa con perspectivas de futuro».
Es por ello que estos organismos le pidieron a la clase política «que saquen a TVE de sus legítimas disputas partidarias, que se esfuercen por dejar a los profesionales de la Corporación que presten su servicio a la sociedad con total libertad y renuncien a intentar mantener su influencia en los órganos de dirección».
LA OBSESIÓN DE IGLESIAS POR LOS MEDIOS
Año 2013, el grupo de profesores de la Complutenses aunados en torno a ‘La Tuerka’ comienzan a divorciarse sentimentalmente de Izquierda Unida unos meses antes del nacimiento de Podemos, e Iglesias dejaba claro lo que los comunistas debían pedirle al PSOE andaluz para mantenerlos en la Junta.
Si nuestros votos son necesarios para que se haga ese Gobierno (PSOE e IU), debemos controlar por lo menos uno de los informativos, queremos por lo menos un programa al día y queremos otro tipo de películas, porque eso es gestionar el poder«, añadían.
Iglesias, en una entrevista concedida a Jacobo Rivero, explicó que «si el derecho a la información es un derecho democrático, la concentración de la propiedad es incompatible con ese derecho. No puede ser que algo tan importante, y de interés público, imprescindible para la democracia, como son los medios de comunicación, esté solo en manos de multimillonarios».
REGULACIÓN Y RTVE
El secretario general de Podemos, que en las próximas semanas podría dejar los proyectos televisivos que dirige ante su entrada en el Gobierno, se preguntaba: «¿Por qué no va a existir una regulación que garantice la libertad de prensa en el mejor sentido del término, sin condicionantes de empresas privadas o de la voluntad de partidos políticos? La sociedad civil tiene que verse reflejada con independencia y veracidad en los medios de comunicación«.
La importancia que le otorga Iglesias a los medios es por su creencia de que la ciudadanía «no milita en partidos políticos, la gente milita en los medios de comunicación. Una persona es de La Razón, de El País, de la COPE o de la Cadena SER. Son mucho más importantes las tertulias en televisión que los debates en el Parlamento».
Iglesias, que curiosamente se ha rodeado en el Congreso de una camarilla liberal-conservadora (Enric Juliana, Pedro Vallín o Lucía Méndez), ahora se relame ante Radio Televisión Española, que vivirá un nuevo proceso de selección de su consejo de administración tras el fallido concurso que encalló a finales del pasado año.