El Banco de España ya está preparando las vacaciones de verano de sus trabajadores. No sólo desde el punto de vista organizativo; también desde el punto de vista logístico. Dentro del programa de beneficios sociales que la entidad mantiene con sus empleados, acaba de cerrar el contrato para los “apartamentos de la temporada de verano 2017”. Así se refleja en la adjudicación fechada el pasado día 18, y en la que el regulador ha invertido 976.000 euros con el IVA incluido.
Según figura en el pliego de condiciones se trata de 123 apartamentos de entre dos y tres dormitorios, que cuentan con capacidad para entre cuatro y siete personas. Todos ellos estarán distribuidos por distintas zonas de la geografía española; fundamentalmente en las proximidades a la costa. Apartamentos que se adjudican en lotes, según los lugares en los que se encuentren. Así, encontramos reservas en:
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Noroeste: Galicia.
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Norte: Asturias-Cantabria y País Vasco.
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Noreste: Cataluña- Castellón.
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Este: Valencia-Alicante.
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Sureste: Murcia-Almería.
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Sureste: Granada-Málaga.
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Suroeste: Cádiz – Huelva.
Una bicoca para los trabajadores del Banco de España que, de este modo, consiguen apartamentos para sus vacaciones a un precio inferior al del mercado. Según explican fuentes del Banco de España esto responde a un “acuerdo social” que data desde hace décadas. En él, una parte de la masa salarial de los trabajadores se destina, precisamente, a los “beneficios sociales” de los que luego “se benefician todos aquellos trabajadores que lo solicitan”.
En el caso de las residencias veraniegas, la distribución se efectúa siguiendo un programa de puntos. “Evidentemente no todos los empleados del Banco podemos tener acceso a las residencias de verano. Sólo aquellos que lo solicitan, y dentro de ellos, quienes obtienen la mayor puntuación”. Para ello se efectúa un baremo en el cuál se tiene en cuenta el número de miembros de la familia, la antigüedad en el organismo y la posición jerárquica. “A mayor salario, menos posibilidades tienes de poder acogerte a este programa”, nos explican.
Al Bnaco de España le sale una media de 2.032 euros por piso alquilado al mes durante el verano
Ahora bien, no lo paga todo el Banco de España. El mecanismo es el siguiente: el organismo licita y contrata los 123 apartamentos para lograr el mejor precio del mercado. ¿Por qué? Pues básicamente porque garantiza –según la zona- que las residencias van a estar alquiladas entre el 1 junio y el 30 de septiembre-. A partir de ahí la forma de pago es la siguiente. Una parte –que nadie dice cuánto es- la financia el Banco de España. El resto se cobra a quienes disfrutan de los pisos. “Una parte se hace como retribución en especie, y la otra se nos detrae de la nómina”, nos dicen. De este modo, “hay constancia de que el pago se ha efectuado”.
La propia licitación recoge el hecho de que no es lo mismo el Norte que el Sur, la costa de Galicia que la de Andalucía. Así que, por ejemplo, estimaba un presupuesto en Galicia de 97.200 euros para 12 apartamentos de dos dormitorios (máximo 6.000 euros por unidad) y 4 de tres dormitorios a un tope de 6.300 euros. ¡Por los cuatro meses! Esto quiere decir que para un piso de dos dormitorios, el mes le sale al Banco de España por unos 1.500 euros. Es decir, 375 euros a la semana.
La realidad
Si nos vamos a Idealista, y echamos un vistazo a los precios que hay -por ejemplo- en Sanxenxo, en donde otros años se conoce que ha habido alquileres, nos encontramos con que una quincena en un apartamento para 4 personas a cincuenta metros de la playa cuesta 1.400 euros para dos semanas. ¡Menuda diferencia, ¿Eh?! Justo la mitad.
De hecho, quince días es el máximo que puedes tener alquilados los pisos. Unos espacios que están cuidados al máximo, dado que en el concurso de licitación se han tenido en cuentas diferentes baremos: desde el equipamiento básico de la casa, a servicios adicionales, pasando por la cercanía a la playa. Así, por ejemplo, el hecho de que las viviendas tuvieran un garaje, otorgaba cuatro puntos. Si había más de dos piscinas: 5; si hay aire acondicionado 4 o si, por ejemplo, está en primera línea de playa la valoración es mucho mayor que si es segunda o tercera. Lo mismo ocurre si tiene wifi, lavavajillas, etc.
Criterios exigentes para las empresas adjudicatarias, que además tendrán que tener el establecimiento en perfecto estado de revista. El Banco de España puede hacer una inspección en cualquier momento para comprobar el estado en el que se encuentran. Vamos, que es una auténtica bicoca para los afortunados empleados que pueden disfrutar de estos pisos.
Pero estos apartamentos son también un chollo para las empresas adjudicatarias. En esta ocasión el gato al agua se lo ha llevado Eralis Inversiones, que ha logrado alquiler de apartamentos por valor de 282.100 euros. Le siguen Viajes Himalaya y Viajes Olympia, cuyos contratos superan los 260.000 euros cada una. Después Isla Canela con 108.000 y Viajes El Corte Inglés con algo más de 61.000 euros.
Aun hay más
Ahora bien, los beneficios sociales de los trabajadores del Banco de España no se quedan sólo en esta temporada veraniega. En la página web del propio regulador aparecen licitaciones de contratos menores durante el año pasado por valor de 1,6 millones de euros para “actividades sociales para empleados y pensionistas”. En ellos se incluyen también viajes culturales y estancias hoteleras; habitaciones alquiladas –con descuento- durante la temporada de invierno, etc.
Todo ello además de la famosa residencia en Cercedilla, que está a disposición de todos sus trabajadores. Un espacio al que pueden acudir siempre que lo deseen, a cambio –eso sí- de una pequeña compensación económica.
Unos beneficios sociales de los que los empleados del Banco de España mantienen desde hace años. “Son acuerdos alcanzados en otras épocas; donde la banca sí se ocupaba de intentar que el trabajador tuviera las mayores ventajas posibles”, nos dicen. De hecho, en el extinto Argentaria (antes de la llegada de FG) ese tipo de acuerdos también se mantenía. Hoy en día, poco a poco, están siendo sustituidos. No sólo Argentaria; también lo tenían el Central Hispano, Banesto…
¡Ay! Quién pudiera disfrutar de esas ventajas en la empresa privada. ¿Se logrará algún día? Parece complicado, porque los beneficios sociales avanzan, cada vez más, en direcciones radicalmente opuestas a las que estamos viendo en el Banco de España.