sábado, 23 noviembre 2024

Endesa, obligada a invertir ante la triple tempestad energética que viene

En la próxima década Endesa enfrentará una serie de contingencias que marcarán el devenir de la compañía. Pero las medidas se deben tomar ya. Por eso, la energética debe afrontar un plan de inversiones que no se pueden demorar.

Así lo refleja un informe de analistas realizado por JPMorgan al que ha tenido acceso MERCA2. Pese a las actuales circunstancias, señalan un factor que será positivo: un riesgo político a la baja. Así, aunque la situación en España se mantiene en la cuerda floja, asumen que llegará un momento de estabilización que provoque una dinámica de seguridad jurídica esencial para el entramado energético.

Ante este escenario, Endesa deberá abordar una serie de inversiones para afrontar tres frentes de máxima importancia. En primer lugar, la solicitud de cierre de sus plantas térmicas de carbón supone el hilo conductor del segundo punto. Debido a su nula rentabilidad, entre otras cuestiones por los gastos derivados de las emisiones de CO2, el cierre está planteado –y las alternativas sobre dichas centrales pese a los deseos de los trabajadores-, tienen poco recorrido.

Por todo ello, hay que poner el foco en otros negocios: las renovables. El informe de JPMorgan advierte sobre las futuras subastas, así como el desarrollo de las anteriores. Esto, lógicamente, evidencia un cambio en las dinámicas de negocio que obligan que ubicar las inversiones hacia otros destinos.

Por último, en la “triple tempestad”, advierte sobre los movimientos regulatorios. Una cuestión, por ejemplo, que en estos momentos está abierta con las circulares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Por ello, pese a la confianza en un marco jurídico asentado en la normalidad política, estima que siempre deben estar presentes los posibles cambios normativos en el ámbito energético.

EL MOTIVO DE LA INVERSIÓN

Los analistas explican que estas necesidades deben “generar ganancias a medio plazo”. Además, hay un aspecto que ahora mismo queda colgando: el crecimiento inorgánico. Hace unos días se conoció que Endesa había salido de la puja por los activos hidroeléctricos de la portuguesa EPD.

En este sentido, fue el propio responsable de la compañía en España, José Bogas, el que tuvo que salir al paso. El CEO de Endesa manifestaba públicamente que la eléctrica estudia siempre posibles oportunidades de crecimiento no orgánico, pero deben cumplir dos condiciones básicas: tener sentido estratégico y crear valor para los accionistas.

Así, el consejero delegado de Endesa aseguraba que el cierre de las plantas de carbón no afectará de forma significativa al margen operativo de la empresa. Además, ha recalcado que el deterioro contable derivado del cierre de esas plantas -1.398 millones de euros, con un impacto en el beneficio neto de 1.052 millones- no afectará a la retribución a los accionistas a través del dividendo.


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