En febrero de 1999 el primer Gobierno de José María Aznar enarbolaba en el sector de las comunicaciones la bandera de la TDT y en abril de 2010 el segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero impulsaba el apagón definitivo de la televisión analógica. En estos casi dieciocho años los discursos políticos que prometían pluralidad informativa o la definitiva profesionalización de la industria televisiva se iba por el desagüe entre resintonizaciones y licencias otorgadas por Aznar a los editores de ABC y El Mundo y por Zapatero al editor de El País y a los que luego impulsarían Público.
Tras el lento impulso del sector, frenado por la quiebra de Quiero TV y por la falta de confianza de Telecinco y Antena 3, que lanzaron en un principio fríos canales de relleno, llegó la aguerrida TDT Party, se cerraron decenas de canales locales y autonómicos con denuncias de caciquismo y arbitrariedad por motivos políticos a las baronías de PP y PSOE y a formaciones nacionalistas y regionalistas y se produjeron las ventas/absorciones/fusiones de Cuatro o La Sexta. Pero acabará 2016 y Mediaset y Atresmedia dominando rotundamente el sector.
Y es que hasta septiembre el mal llamado «duopolio» controla trece señales, entre otras la de los ocho canales comerciales más vistos del país, gracias a los cuales han facturado entre ambas compañías más de 1.100 millones de euros hasta septiembre, consiguiendo un dominio del 86,4% del pastel publicitario televisivo. Los otros ocho operadores, 13 TV, DMax, Paramount Channel, Disney Channel, DKiss, GOL, TEN y Real Madrid TV, se reparten los nueve primeros meses del año poco más de sesenta millones de euros. ¿Es suficiente para que sobrevivan? Es evidente que no. Y es que el canal más visto de «los otros», 13 TV, perdió en el mejor año de audiencia de su corta vida, 2015, ni más ni menos que 12,9 millones de euros.
Es cierto que las multinacionales americanas que poseen DMAX Paramount Channel o Disney Channel respiran plácidamente porque son autosuficientes en cuanto a contenidos. Y otros como Real Madrid TV no atisban su proyecto desde la viabilidad económica. Pero estos ocho canales cerraron octubre sin sumar entre todos siquiera nueve puntos de share, siendo preocupantes las siete décimas que promedia GOL, las cuatro de TEN y las dos del canal del club merengue. Por eso muchos canales tiran de ingenio para cuadrar sus cuentas y ser relevantes.
El caso más brillante de los últimos tiempos lo ha protagonizado Paramount Channel, canal que ha conseguido que directores de cine como Isabel Coixet, Daniel Sánchez Arévalo o Santiago Zannou rueden para el canal exclusivos cortometrajes que se pasearán por diferentes festivales de cine español. ¿El coste? Apenas 30.000 euros por proyecto.
Los canales más pequeños tratan de tirar de ingenio para cuadrar sus cuentas
¿Sobrevivirán a la larga estos ocho proyectos independientes? Cinco de ellos comercializan su publicidad a través de Pulsa (TEN, DKiss, Real Madrid TV, DMAX y GOL), pero atrás quedaron treinta y tres señales que emitieron en TDT antes de cerrar. Y aquí podemos recordar del Cultural.es de RTVE a la radiofórmula Telehit de Televisa o los canales Hogar 10, La Sexta 2 o La Sexta 3 de la cadena verde. Por no hablar de los cierres de Xplora y Nitro, de Antena 3, por mandato judicial. O los fracasos de Telecinco Sport, Telecinco Estrellas, Gran Hermano 24 horas o Cincoshop por parte de Mediasaet, que también se vio forzada a cerrar La Siete y Nueve. Prisa dejó caer CNN Plus, 40 Latino o Canal Club, Vocento no confió en Net TV o La 10, Unidad Editorial dejó de emitir Veo 7 y Marca TV y proyectos como Intereconomía TV o MTV dieron que hablar pero no pudieron sobrevivir, al igual que Gol T o Canal Plus 2, lanzados en plena guerra del fútbol entre Jaume Roures y Juan Luis Cebrián.