A muchas personas les cuesta despertar por las mañanas, pero para algunas, el problema va más allá de la simple pereza. Apagar el despertador sin darse cuenta o no escucharlo en absoluto puede ser señal de un descanso inadecuado o de hábitos de sueño poco saludables. Lo que parece un problema puntual puede volverse recurrente y afectar la vida diaria, desde llegar tarde al trabajo hasta sentirse agotado durante todo el día. Si esto te ocurre con frecuencia, es momento de analizar qué está pasando y qué soluciones existen para despertarte sin dificultades.
1El problema de no escuchar el despertador
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Para algunas personas, el despertador simplemente no suena… o al menos esa es la sensación que tienen. En realidad, la alarma sí se activa, pero el cerebro puede ignorarla por completo si se encuentra en una fase de sueño profundo. Cuando esto sucede, despertarse a tiempo se convierte en un reto, y es común que el cuerpo actúe en «modo automático», apagando la alarma sin que la persona sea consciente de ello.