Los resultados anuales que presentará Redeia el próximo 26 de febrero seguirán acogotados por la salida de los activos pre-98, a pesar de la lluvia de liquidez obtenida por la venta de casi el 90% de Hispasat. Así lo anticipa Renta 4, cuya recomendación sobre la energética no pasa de un sobrio ‘Mantener’ y un precio objetivo de 19 euros por acción que, además, ha sido puesto bajo revisión.
En un análisis firmado por Ángel Pérez Llamazares, Renta 4 especifica que han «ajustado» las cifras de Redeia correspondientes a 2023 y 2024 para reflejar la «desconsolidación de Hispasat tras la desinversión». Excluyendo este factor, las cifras anuales están afectadas por la salida de los activos pre-98 en el negocio de transporte de electricidad en España, «lo que probablemente provocará un descenso en todas las líneas de la cuenta de resultados».
REDEIA SE BAÑA EN LA LIQUIDEZ DE HISPASAT
A principios de este mes, Indra compró el 89,68% de Hispasat, el operador de servicios satelitales de Redeia, por 725 millones de euros, según informó la compañía a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
«Indra ha suscrito un acuerdo con Redeia Corporación para la adquisición del 89,68% del capital social de Hispasat, operador y proveedor de servicios por satélite, por un importe de 725 millones de euros», señala el comunicado remitido a la CNMV.
De este modo, Indra ha adquirido la totalidad de la participación de Redeia en Hispasat, mientras que el 10,32% restante sigue en manos de, por un lado, la Sociedad Estatal de Partipaciones Industriales (SEPI), que posee el 7,41% del capital, y del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), que ostenta el 2,91%.
«Prevemos que la deuda neta aumente debido a la aceleración del ritmo inversor en la red de transporte, a pesar del cobro de 200 millones de euros anunciado por la CNMC por las rentas de congestión»
Ángel Pérez Llamazares, equity research analyst en Renta4
«En el resto de negocios no anticipamos grandes variaciones», continúa Llamazares. En el segmento internacional, «la buena marcha en Perú podría verse compensada por una menor actividad para terceros en Chile y mejores resultados de participadas»; mientras que en Reintel los ingresos seguirán favorecidos, en cierta medida, por su vinculación a la inflación. «En términos comparables, estimamos que tanto ingresos como resultado bruto crecerán a un ritmo de un solo dígito medio», pronostica.
«Esperamos que el beneficio neto recoja la minusvalía de 137 millones de euros después de impuestos generada por la venta de Hispasat» -prosigue el análisis- «La entrada de caja prevista debería materializarse en 2025, una vez se cierre la operación».
«Prevemos que la deuda neta aumente debido a la aceleración del ritmo inversor en la red de transporte, a pesar del cobro de 200 millones de euros anunciado por la CNMC por las rentas de congestión (esperamos que el exceso de tarifa pendiente se cobre más adelante) y la desconsolidación de la deuda neta de Hispasat (157 millones de euros)», concluye.
HISPASAT CAMBIA DE MANOS
La transacción de Hispasat deberá recibir el visto bueno del Consejo de Ministros, de las autoridades de competencia y de «otros reguladores». Se espera que todos los permisos oficiales sean emitidos este mismo año.
La operación también está sujeta a la aprobación por la junta general de accionistas de Indra, así como a la ejecución de determinados acuerdos para que Indra consolide contablemente Hisdesat, el operador de servicios gubernamentales por satélite en las áreas de defensa, seguridad, inteligencia y asuntos exteriores.
En este contexto, Redeia ha remitido a la CNMV otro comunicado en el que detalla que su consejo de administración aprobó la operación tras el informe favorable de la comisión de auditoría y con la abstención de los consejeros dominicales nombrados a propuesta de la SEPI.
Redeia (antes Red Eléctrica) adquirió el 89,68% de Hispasat a Abertis en 2019 por 933 millones de euros (aunque el acuerdo inicial ascendía a 949 millones de euros) en el marco de su plan estratégico 2018-2022 y con el objetivo de convertir la compañía en un gestor de infraestructuras tanto eléctricas como de telecomunicaciones.