Lolita Flores ha protagonizado un emotivo momento en ‘TardeAR’, donde ha decidido abrir su corazón y compartir uno de los episodios más oscuros de su vida. La cantante, actriz y colaboradora ha vuelto a hablar sobre las adicciones que la atormentaron tras la muerte de su madre, Lola Flores, y su hermano Antonio. Hace apenas unas semanas, su entrevista en ‘Lo de Évole’ ya generó un gran impacto al abordar sin tapujos su espiral de autodestrucción.
1Lolita Flores se ha sincerado
Ahora, en el programa en el que colabora desde hace meses, ha querido centrarse en el proceso de recuperación y en cómo logró salir adelante sin recurrir a centros de rehabilitación o terapias especializadas. «Tenía 37 años. Fue un año y medio o así. No estuve en ningún centro, ni terapia», ha confesado con franqueza.
El testimonio de Lolita ha sido un relato de superación personal basado en el amor por sus hijos y en la fuerza de la aceptación. «Mi terapia fue el trabajo, tener dos hijos muy pequeños que me necesitaban y aceptar que mi madre y hermano se habían ido. Que la energía no muere, se transforma«, ha explicado con la madurez que le han dado los años. Su reflexión también ha sido una denuncia sobre la falta de información y prevención respecto al consumo de heroína en aquellos tiempos. «Sales de eso. Es una experiencia para contar a tus hijos y estar pendiente«, ha afirmado, consciente de que su historia puede servir de ayuda para otras personas.
La familia Flores ha estado marcada por momentos de gloria y también por tragedias que dejaron una huella imborrable en sus miembros. La pérdida de Lola Flores y, tan solo unos días después, de Antonio Flores, fue un golpe demoledor para la familia. Rosario y Lolita, con los años, han conseguido hablar con valentía sobre aquella etapa de duelo y sufrimiento. En ‘Lazos de Sangre’, Lolita ya reconoció que hubo momentos en los que sintió que no quería seguir adelante sin su hermano. «Estaba destrozada. Yo quería matarme sin mi hermano. Él era más de arriba que de abajo. Fue un accidente. Se fue de la noche a la mañana», confesó. Sin embargo, la vida tenía otros planes para ella y un inesperado suceso la hizo reencontrarse con la esperanza: «Sin Antonio yo me volví loca, pero a los ocho meses me quedé embarazada y se me acabó el destrozarme y el maltratarme. Ahora pienso que mi madre, mi hermano y mi padre son tres ángeles que me cuidan desde el cielo. No paro de pedirles cosas. Están conmigo las 24 horas del día», ha asegurado.
Lolita también ha hablado de cómo, en aquellos momentos de dolor extremo, la rabia se convirtió en su aliada y vía de escape. «Hay muchos camerinos de patadas mías, de puñetazos en la pared y de espejos rotos. Yo terminaba un concierto y tiraba sillas. Fue un año de locura absoluta en el que bebía, tomaba cocaína, me acostaba a las tantas… Ponía los discos de Moncho, me ponía mi botella de whisky y una caja de pañuelos y a escribir y llorar», ha relatado, visiblemente conmovida al recordar esos momentos de desesperación.