Telefónica se ha cansado de ser señalada por los usuarios por los problemas del servicio que ha ocasionado su actuación para cumplir la Ley y poner a salvo de la actividad de las web piratas los ingresos de LaLiga de fútbol. Desde la operadora insisten en señalar que el problema lo tienen «todos los operadores», y que están en el medio de una guerra legal en la que empresas norteamericanas como Cloudflare, que utilizan una artimaña tecnológica para alojar las web ilegales con otras legales, no van a claudicar ante los imperativos legales que avalan a la LaLIga, lo que acarrea problemas reputacionales a Telefónica y al resto de las telecos.
Los antecedentes están en la resolución judicial que LaLiga consiguió en 2021, por la cual si lo solicita, los operadores de telecomunicaciones y de contenidos en streaming deben cortar la reproducción ilícita de las webs piratas en cuanto esta se detecta mediante el bloqueo de las IPs que retransmiten el contenido ilegal. El problema es cuando también afecta a contenido legal, como por ejemplo,a tienda de Microsoft, Telegram, Instagram, o BlueSky.
Telefónica señala que el problema lo tienen «todos los operadores», y que están en el medio de una guerra legal entre la Liga y las plataformas como Cloudflare
LaLiga, con su sentencia favorable bajo el brazo, que recoge la obligación de actuar a los principales operadores de acceso a Internet de España (Vodafone, Orange, MásMóvil -R, Telecable, Euskaltel- Digimóbil y Telefónica España) tendrán que bloquear los dominios que se identifiquen como vinculados con las plataformas piratas, y con ello consiguen que las operadoras les maten las moscas que les molestan a cañonazos. Telefónica así lo indica oficialmente: «Como operador cumplimos cualquier tipo de orden judicial recibida frente a contenidos ilícitos».
El procedimiento legal es el siguiente: LaLiga manda una lista «a todos los operadores», tal y como inciden desde Telefónica, en las que aparecen las IPs que deben bloquear, y los operadores, como deben cumplir lo que indica la Justicia, realizan dicho bloqueo. Están obligados para cumplir con la Ley. Y eso fue lo que ocurrió durante el pasado domingo día 2 de febrero, que los servicios de internet que se alojan en determinadas plataformas cayeron como en cascada, al bloquear los «ilegales».
Cloudflare es una de las plataformas más utilizadas que aloja servidores de internet y protege a las webs de, por ejemplo, ataques DDOs (de denegación de servicio). Es la responsable de filtrar si quien accede a una página es un humano o un bot, por ejemplo. El problema está en que el sistema de gestor de IPs, conocidos como CDN, en el que Cloudflare aloja estas páginas, permite agrupar en una misma IP webs y servicios de internet con actividades legales e ilegales.
Así, si se bloquea la IP, se bloquean webs de compañías y actividades absolutamente legales, y el servicio de internet de las mismas se corta. también la web con el streaming pirata, claro. Y eso hicieron tanto Movistar como Vodafone u Orange el pasado fin de de semana, bloquear la web de contenido futbolístico ilegal, DuckVision, y con ella un buen paquete del servicios de internet a través que ralentizó conexiones e, incluso, dejó sin funcionamiento a cientos de web con actividades totalmente legales, según empezaron a evidenciar los usuarios de las telecos.
el sistema de gestor de IPs, conocidos como CDN, en el que Cloudflare aloja estas páginas, permite agrupar en una misma IP webs y servicios de internet con actividades legales e ilegales.
Y ¿quién carga con el problema reputacional? los operadores, porque si internet no funciona, a nadie se le ocurre que la culpable sea LaLiga. Las y los usuarios han señalado a Telefónica y a O2, principalmente, aunque todos los operadores han tenido que realizar el bloqueo.
Sin embargo, a los usuarios no se les escapa que los derechos de la retrasmisión de LaLiga está ahora en manos de Movistar, por lo que es parte interesada en que los aficionados pasen por su caja suscriptora, al igual que Orange, que ofrece también valiosas retransmisiones futbolísticas, y les interesa que no accedan al contenido pirata, que también afecta a su negocio y no solo al del señor Tebas y los suyos.
Aunque tienen razón en decir que los ingresos de la retrasmisión de los partidos sustentan el deporte, el común de la población española aficionada sabe bien que sustentan sueldos extraordinariamente altos de deportistas, directivos, y algunos desmanes históricos que consiguen un sentir popular de «negocio de privilegiados», que genera un espectáculo cuyo acceso para la mayoría de usuarios en nuestro país resulta abusivamente caro.
TELEFÓNICA DEFIENDE QUE NO ES LA ÚNICA
Las webs ilegales tienen en el sistema que agrupa IPs el camuflaje perfecto para que, antes de que se «caigan» servicios legales allí alojados, no se bloquean, con lo cual el «chiringuito» se mantiene, pueden continuar con su actividad ilícita y mantener su impunidad. Así «se produce un desajuste entre lo que pide LaLiga y lo que los operadores tenemos que hacer» nos indican fuentes de las telecos.
Desde Telefónica defienden que ellos no son los «emprendedores» de esta «guerra de cortes» aunque son contrarios a la piratería, lógicamente, pero que en esta contienda su papel es «pasivo, o al menos intermedio» como el que deben adoptar el resto de los operadores.
Sin embargo, el señalamiento de los cortes por parte de los usuarios ha quedado inevitablemente unido a las telecos, porque LaLiga se aferra a sus derechos y rechazan la acusación de vulnerar la neutralidad de internet, y acusan a Cloudflare, a Google, a VPNs y «otros agentes involucrados en el consumo de piratería» de ser responsables «de las actuaciones ilegales que están permitiendo y de las cuales se lucran».
Durante el primer fin de semana LaLiga consiguió que se bloqueara el acceso a la plataforma DuckVision, y con ello se cayeron servicios de internet que nada tenían que ver con la web de visionado pirata. La organización que gestiona el futbol patrio sabía perfectamente que al bloquear direcciones IP compartidas iba a afectar a los derechos de millones de consumidores de acceso a cientos de miles de sitios web que no infringen la ley, pero le ha dado igual. Quieren acabar con las redes CDN, pero empresas con Cloudflare hace oídos sordos, como si no fuera con ellas. Y los señalados son los operadores.
Pese al ruido, LaLiga sigue envalentonada y promete no detenerse en «la defensa del fútbol y los intereses de sus clubes» y advierte que realizará nuevas acciones en los próximos días o fines de semana futboleros.