Telecinco escarba en búsqueda de botes verdes tras haber encadenado 3 mínimos anuales consecutivos (después de perder un tercio de su share en apenas 3 años). El emblema de Mediaset España ha iniciado el año con su peor enero histórico al caer el mes pasado a un 8,7% de share con el que solo supera en 1 décima a su suelo histórico fechado en agosto del pasado año.
La cadena fue superada el pasado mes por casi 4 puntos contra Antena 3, que está logrando sus mejores ventajas históricas sobre su principal rival y ha encadenado 3 años de liderazgo por primera vez en su historia. Y por 1,7 puntos perdió frente a La 1, que se está asentando en el segundo puesto gracias, entre otros asuntos, al trío formado por ‘La Revuelta’, ‘La Promesa’ y ‘La hora de La 1’.
Telecinco celebra el próximo 3 de marzo el 35 aniversario de sus primeras emisiones con pocos motivos de celebración y varios problemas de difícil solución.
REVOLUCIÓN FALLIDA
La cadena amiga se encuentra en la peor situación de sus 35 años de historia, pero su empresa editora sigue siendo rentable gracias a que opera en un negocio oligopolístico como es la televisión en abierto. Las ganancias también proceden de los recortes con los que compensan parte de la caída de la facturación y a que el volumen de negocio de Mediaset España no depende casi en exclusiva al share de Telecinco, tal y como ocurría en los años 90.
NUEVA ETAPA
Alessandro Salem tomó los mandos de la compañía el 1 de enero de 2023 tras la jubilación de Paolo Vasile, que en 23 años logró que la compañía generase 3.600 millones de euros pero no fue capaz de conseguir que la empresa revirtiera parte de las ganancias en transformar el grupo para actuar con garantías en el siglo XXI.
La incapacidad del romano para rebajar la dependencia del grupo sobre una polémica y rentable parrilla que era exprimida mediante sinergias ensombrece el futuro de una compañía que, bajo el timón de Salem, ha intentado iniciar una revolución blanca.
La misma consistía en relevar los eficaces programas de La Fábrica de la Tele por los magazines siameses de Unicorn Content (que demuestra severas dificultades para contar con formatos competitivos en directo fuera de las mañanas) y los formatos familiares del gigante francés Banijay (que otorga oxígeno al grupo con los realities ‘La isla de las tentaciones’, ‘Supervivientes’ y ‘GH’ pero no ha sido capaz de asentar ninguna marca nueva, ‘Nex Level Chef’ o ‘La mejor generación’ son ejemplos de ello).
CAMBIOS
El nuevo director de Contenidos de Mediaset España Alberto Carullo se acaba de estrenar en el cargo con un baile de programas que ha retornado a Ana Rosa Quintana a las mañanas, que es la única franja relevante en la que Telecinco pelea por el primer puesto, y ha modificado ‘Tardear’.
Subido al fenómeno viral Montoya, que ha propulsado a ‘La isla de las tentaciones’, y al funcionamiento de ‘Gran Hermano Dúo’, Telecinco logró alcanzó los dos dígitos de lunes a jueves de la pasada semana.
Esta mejoría y el estreno de una nueva tanda de ‘Supervivientes’ a inicios del próximo mes invita a pensar que en marzo el canal podría luchar por alcanzar un 10% de share por primera vez desde junio del pasado año.
El canal busca desperezarse pese a los recientes fracasos como el ‘Caiga quien caiga’ (que pese al buen trabajo realizado este domingo cayó al 6,7%), ‘Next Level Chef’ (escondido en la medianoche de los miércoles) o los renovados ‘Informativos Telecinco’ (que no ven premiada su calidad porque en España los noticieros pesan lo que sus teloneros ni ‘Vamos a ver más’ ni ‘Reacción en cadena’ son capaces de evitar ser doblados por ‘La ruleta de la suerte’ y ‘Pasapalabra’).
DE LA ONCE A BERLUSCONI
Telecinco arrancó en 1990 de la mano de 3 grupos al PSOE: la ONCE de Miguel Durán, el guerrista Grupo Anaya de Germán Sánchez Ruipérez (que puso en pie el efímero periódico El Sol) y la Fininvest de Silvio Berlusconi, que por aquellos triunfaba en Italia con el Canale 5 y había erigido un emporio ante la mirada cómplice del presidente socialista italiano Bettino Craxi.
La ruinosa puesta en marcha de Telecinco estuvo protagonizada por su director Valerio Lazarov, innovador en los años 70 y ya desfasado en los años 90 al importar las Mama Chicho desde Italia y otros shows de escasa factura.
La compañía comenzó a encauzarse cuando Berlusconi tomó el control absoluto de Telecinco y se trajo desde Italia en 1993 a Maurizio Carlotti, que fichó como mano derecha a un vasco muy listo (Mikel Lejarza, que trabajaba en ETB) y se hizo con los servicios de Emilio Aragón, Pepe Navarro, Xavier Sardà o María Teresa Campos.
La marcha de Carlotti puso a Telecinco en manos de otro virrey berlusconiano, Paolo Vasile, que arrancó etapa con un pan debajo del brazo tras estrenar ‘Gran Hermano’, que propulsó al canal hasta asentarlo en el primer puesto.
Aquella televisión polémica, imprevisible y divertidísima parió éxitos como ‘Crónicas Marcianas’, ‘Hotel Glam’ o ‘Aquí hay tomate’, que tras una crisis del canal resurgieron en ‘Sálvame’. El programa se convirtió en el rey de las tardes riéndose de la que llamaban cadena triste, Antena 3, pero su cancelación ha provocado que la nueva cadena triste sea Telecinco.