Entrevistamos Miguel Ángel Fernández, Consejero Delegado de Aurea Green Gass, experto en desarrollo, construcción y operación de proyectos que fomentan la transición energética y la economía circular.
¿Qué lo inspiró a involucrarse en el sector de la energía renovable y, en particular, en el biometano?
Llevamos una trayectoria de 20 años en el mundo de las energías renovables, fundamentalmente en solar fotovoltaica y eólica, trabajando en empresas internacionales de primer nivel y con ámbito geográfico global. La transición energética nos inspira a seguir luchando contra el cambio climático buscando una rápida reducción de emisiones con alternativas a los combustibles fósiles y finitos.
Dentro de estas alternativas, nos despertó mucho interés hace ya más de 5 años el sector del biometano, y nos anticipamos a la oportunidad existente en España, viendo el grado de desarrollo que ya había tenido en Europa y el enorme potencial que tenía en nuestro país.
Así, en 2019 juntamos un equipo humano con experiencia en desarrollo de proyectos renovables, incluyendo biogás, soportado con un equipo técnico de primer nivel y comenzamos a trabajar los primeros proyectos sin existir la ruta del biogás aún. En el camino, y ya con la ruta del biogás lanzada y el PNIEC aprobado y revisado, llevamos más de 15 plantas en distintas fases de desarrollo dentro de un ambicioso plan estratégico que persigue una producción total de 1 TWh de biometano al año.
En términos de eficiencia energética, ¿cómo compara el biometano con otras fuentes de energía renovables como la solar o la eólica? ¿En qué contextos considera que el biometano tiene ventajas claras?
El biometano es una energía renovable gestionable, almacenable y distribuible en una red de gas natural extensa y muy capilar en España y el resto de Europa. El biometano se puede inyectar directamente en la red al ser la misma molécula que el gas natural (CH4). La producción de biometano puede desplazar de forma inmediata al CO2 producido en la combustión de gas natural, sin necesidad de grandes inversiones en infraestructuras gasistas. En algunos casos, no sólo desplaza el CO2, sino que la utilización de biometano supone una huella negativa de carbono.
Asimismo, el biometano va a ser una fuente de generación de empleo en España, tanto en maquinaria y equipos, como en la construcción y posterior operación de plantas. Se esperan efectos muy positivos en el empleo en el sector agrícola y ganadero, relacionados tanto con el abastecimiento de la materia prima de entrada a los digestores como con el almacenamiento, procesamiento, transporte y aplicación del digestato y los fertilizantes procedentes de su tratamiento.
Esta dinamización económica y de empleo tendrá especial impacto en zonas en proceso de despoblación, fijando la población al medio rural y favoreciendo el relevo generacional en el sector agrícola y ganadero.
El biometano juega un papel importante en la economía circular. ¿Cómo visualiza la evolución del sector en los próximos años?
La capacidad de producción de biometano en España es de 163 TWh/año, según un estudio reciente de SEDIGAS. Asimismo, el PNIEC 2023-2030 fija un objetivo de producción de biometano de 20 TWh/año en 2030. Sólo el cumplimiento del PNIEC supondrá la instalación de centenares de plantas de biometano en 2030, por tanto, nos esperan unos años muy intensos en toda la cadena de valor: i) tramitación administrativa; ii) ingeniería y construcción de las plantas; iii) financiación de éstas; iv) operación y mantenimiento; v) venta del biometano.
También parece evidente que se generará empleo cualificado y conocimiento en el diseño de plantas, I+D, producción de fertilizantes sostenibles de muy alto valor añadido, construcción de equipos especializados en la digestión de la materia prima, compresión o licuefacción del biometano y el bioCO2, análisis y financiación de operaciones, contratos de venta a largo plazo del biometano, etc.
En cuanto a la inversión en biometano, ¿qué incentivos cree que son necesarios para que más empresas inviertan en esta tecnología?
Necesitamos como país aprovechar la oportunidad que nos brinda el biometano para gestionar adecuadamente los residuos orgánicos, reducir nuestra dependencia energética y contribuir a la descarbonización de nuestra economía.
Al igual que en el resto de los países avanzados en el desarrollo del biometano en Europa, es imprescindible el establecimiento de mecanismos de apoyo e incentivos específicos para el desarrollo de esta tecnología. Estos incentivos son necesarios para cumplir con las obligaciones RED II y RED III.
Es necesario poner en marcha las políticas públicas que permitan acelerar el desarrollo de los proyectos de producción de biometano y asegurar la disponibilidad de esta energía renovable. Dichas políticas serían incentivadoras simplemente por el hecho de impulsar el avance de los proyectos; deberían incorporar departamentos aceleradores e integradores de la tramitación administrativa de las autorizaciones necesarias, así como la facilitación de la conexión de las plantas de biometano a la red gasista, incluidas instalaciones primarias o secundarias de regasificación, donde podría entregarse el biometano en forma de GNL en aquellas zonas donde no llegue la capilaridad de la red de gas.
Asimismo, es importante educar a la población sobre las principales bondades del biometano, pues valoriza los residuos orgánicos evitando la contaminación de las aguas, los malos olores y las emisiones de GEI, genera una energía renovable gestionable y almacenable, produce biofertilizantes a partir del digestato y crea empleo en el entorno rural.
El uso de biometano en la movilidad está ganando fuerza. ¿Cómo ve el futuro del biogás como biocombustible para el transporte?
Debido a la gran cantidad de energía demandada y de las emisiones que genera, el transporte es uno de los sectores clave donde su completa descarbonización se convierte en un reto prioritario para cumplir con los compromisos de alcanzar las emisiones neutras de CO2 en 2050.
El sector del transporte emite a la atmósfera el 24 % de las emisiones totales de GEI en Europa, con una demanda energética de hasta el 35 % de la energía de la UE.
El biometano es un gas neutro en huella de carbono (o incluso con emisiones de CO2 negativas, actuando como sumidero y retirando gases de efecto invernadero de la atmósfera), lleva asociado un certificado de garantía de origen renovable por lo que el biometano se considera gas renovable, su utilización por parte de las flotas contribuye al abatimiento de emisiones y la mejora del medioambiente. Además, tiene una gran eficiencia como carburante y económicamente es más competitivo hoy que el biodiésel o el hidrógeno, por lo que su adopción transitoria para la descarbonización del transporte reducirá el impacto en los precios y su propagación al resto de la economía.
El biometano se está considerando como el combustible de transición en el transporte pesado, en tanto en cuanto se desarrollan soluciones tecnológicas viables en la curva coste/eficiencia tanto del vehículo eléctrico como de hidrógeno. Asimismo, el biometano puede producirse como gas natural comprimido (GNC) o licuado (GNL), adaptándose así a las necesidades de los diferentes vehículos. En cualquier caso, es necesario aumentar la red de estaciones de GNC y GNL para que la introducción de vehículos a gas se agilice, se ayude así a cumplir por un lado con las obligaciones de incorporación de biocombustibles en el sector del transporte y, por otro, con la reducción de emisiones dictadas por Bruselas.
La transición hacia energías limpias se está acelerando, pero aún existen barreras regulatorias. ¿Qué cambios en las políticas públicas considera fundamentales para que el biometano crezca aún más en España?
El sector del biometano carece de un marco legal y regulatorio claro. Necesitamos definir un marco legal del biometano, con incentivos y cuotas ambiciosas y crecientes cada año para la inyección y disponibilidad en la red de gas, de modo que se facilite su consumo en los ámbitos domésticos, industriales, comerciales y transporte.
Por otro lado, se debería facilitar la conexión a la red gasista en las zonas en las que se desarrollan los proyectos. Se debe tener en cuenta que el residuo ganadero, una de las materias primas fundamentales para muchas de estas plantas es, en más del 80% (incluso del 90%) agua, por lo que su transporte es muy costoso y las plantas deben ubicarse muy cerca de donde se produce este tipo de residuo, normalmente alejadas de grandes núcleos urbanos o industriales. Por ello, si se facilitara la conexión a la red gasista (incluida las instalaciones Reverse Flow con cargo al sistema), no sólo del biometano gaseoso, sino también el licuado, daríamos un gran salto en el desarrollo de plantas en España.
Asimismo, se podría desarrollar una regulación específica para asegurar un acceso competitivo al residuo, que genere señales de precio a sus generadores, y puedan valorar así las emisiones evitadas y que permitan internalizar los costes.
En cuanto a las garantías de origen y el procedimiento de gestión del sistema, es fundamental que exista certidumbre regulatoria y coordinación entre administraciones para que el biometano inyectado en red sirva para netear emisiones en el marco del régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea (EU ETS), con objeto de que las instalaciones sujetas puedan acreditar cero emisiones por el consumo de biometano.
Aceleraría el desarrollo de estos proyectos es la regulación de los posibles usos del digestato. Una regulación más clara y no más restrictiva de lo imprescindible también sería un buen impulso para su desarrollo.
Por último, es esencial contar con un sistema de incentivos gubernamentales que ayuden al promotor. En la actualidad existen ayudas a la inversión, pero no son atractivas para el promotor ya que son incompatibles con el sistema de certificados verdes, o con el uso del biometano producido en el sector transporte. Podemos tomar ejemplos de sistemas implementados en Europa, como las primas a la producción (feed-in tariff) de nuestros vecinos franceses.
En su opinión, ¿cuáles son los pasos cruciales que deben tomarse para que el biometano se convierta en una fuente de energía más accesible y escalable en el mercado global?
El biometano inyectado en red tiene la misma composición molecular que tiene el gas natural que consumimos (CH4), por lo que su accesibilidad está garantizada y su consumo también. Sin embargo, la producción en España es muy baja de momento, a pesar del gran potencial que tenemos, y la poca producción se está valorizando fuera de nuestras fronteras. Se requiere el apoyo por parte de las Administraciones Públicas en la tramitación de los expedientes de nuevas plantas así como un adecuado acceso a la red de distribución y transporte de gas (incluidas instalaciones de gasificación) para garantizar la viabilidad de los proyectos.
Es esencial tener una normativa clara, especialmente para la aplicación y gestión del digestato. Muchos proyectos desarrollados en la actualidad no salen adelante por no tener claro qué se va a hacer con el digerido resultante de las plantas.
Por último, el acceso a las redes de distribución y transporte pueden ser limitados en las zonas donde se ubican los proyectos, ya que se tienen que ubicar en parcelas más remotas para cumplir con las distancias mínimas a núcleos urbanos y granjas estipuladas por la ley. Fomentar la construcción de nuevos ramales y la instalación de los conocidos como flujo reverso (“Reverse flow” en inglés) y definir mejor los pagos de este tipo de instalaciones resultaría muy beneficioso para los promotores. En este sentido, el coste de este tipo de instalaciones en otros países forma parte de las inversiones en el sistema, y se financian con cargo a los peajes, lo cual nos parece un modelo que facilitaría en gran medida la viabilidad económica de plantas más pequeñas en zonas menos industrializadas y por tanto con menor capacidad de la red.
En cuanto al futuro, ¿qué avances tecnológicos cree que transformarán la producción de biometano en los próximos años?
La tecnología existente para la producción de biometano es madura, aunque día a día se van produciendo mejoras. En los próximos años veremos aceleradores de los procesos a través de diferentes aditivos, de forma que la producción sea más rápida y eficiente, veremos la aparición de diferentes fórmulas de producción de fertilizantes enriquecidos y mejoras en los tratamientos del digestato.
En este tipo de plantas es importante el entendimiento de la biología, ya que de ella depende la producción de gas. El desarrollo de la inteligencia artificial y del procesamiento de datos ayudará al operador a optimizar el proceso de digestión y a evitar paradas en la producción. También es importante destacar las sinergias con otros sectores, y la importancia del desarrollo de tecnologías que las hagan posibles. Por ejemplo, los sistemas de captura de carbono en el upgrading cada vez son más interesantes para poder producir metano sintético, procedente de ese CO2 capturado haciéndolo reaccionar con hidrógeno verde que podría ser producido en la misma instalación.