jueves, 30 enero 2025

Deja los rieles de puertas y ventanas impecables con este truco

¿Quién no ha suspirado de frustración al ver la acumulación de polvo, pelos y suciedad en los rieles de puertas y ventanas? Limpiar estas zonas suele ser una de las tareas más engorrosas del hogar, pero gracias a un ingenioso truco que está revolucionando las redes sociales y que ya se ha viralizado, esto ya no tiene por qué ser un problema. Con una esponja, un rotulador y un poco de creatividad, es posible transformar esta labor en algo rápido, sencillo y, lo mejor de todo, efectivo. 

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UN TRUCO PARA LA LIMPIEZA DE TUS VENTANAS

Deja los rieles de puertas y ventanas impecables con este truco

Los rieles de las ventanas y puertas son una zona que coge mucha suciedad, pero hay un truco que te puede hacer la vida algo más fácil. El primer paso es tomar una esponja de doble textura, de esas que seguramente ya tienes en casa, y colocarla sobre el riel de la ventana que deseas limpiar. Aquí es donde entra en acción el rotulador: con él, marcas en la esponja los puntos donde se encuentran las ranuras o las irregularidades del riel. Esto es fundamental, ya que adaptar la esponja a tu ventana en concreto es lo que permitirá que la esponja se ajuste perfectamente al perfil del riel y llegue a los rincones más difíciles.

Con las marcas listas, lo siguiente que debes hacer es recortar la esponja. Usando un cuchillo o un cúter, cortas cuidadosamente las áreas señaladas para crear una especie de molde que encaje como un guante en el riel. Es importante ser preciso al recortar, pero no necesitas ser un experto; basta con seguir las marcas hechas con el rotulador y asegurarte de que las dimensiones se adapten correctamente.

Ahora llega el momento de la acción. Antes de empezar a limpiar, prepara una solución de limpieza casera a base de vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Esta mezcla es ideal porque, además de ser económica y ecológica, tiene propiedades desinfectantes y desengrasantes que eliminan fácilmente la suciedad más persistente. Humedece tanto el riel como la esponja con esta solución, asegurándote de cubrir toda la superficie que vas a limpiar.

Con la esponja personalizada y el riel preparado, solo queda deslizar la esponja por el riel de un extremo al otro. Gracias a los cortes que has hecho, la esponja se ajustará perfectamente, permitiendo que las texturas y los bordes lleguen a los rincones más estrechos, donde suelen acumularse polvo, pelos y residuos difíciles de alcanzar con métodos tradicionales. En una sola pasada, verás cómo desaparece toda la suciedad acumulada, dejando el riel limpio y reluciente.

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