viernes, 31 enero 2025

Máxima preocupación por la reina Sofía: toda la verdad sobre su estado de salud

Máxima preocupación por la reina Sofía, cuya situación personal y emocional ha captado la atención de su entorno y de quienes siguen de cerca la vida de la Familia Real. La emérita ha vivido unas Navidades marcadas por la soledad, refugiándose en su apartamento de Zarzuela con la única compañía de su hermana Irene de Grecia. Ambas han pasado juntas las fechas más señaladas, en un ambiente discreto y alejado del bullicio que caracterizó otros años. No es un secreto que la reina Sofía atraviesa un momento complicado, y aunque intenta mantener su habitual dignidad y estoicismo, las circunstancias han hecho mella en ella. La ausencia de sus hijos y nietos durante las celebraciones ha sido especialmente dolorosa.

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Las infantas Elena y Cristina, al lado de Juan Carlos I

Las infantas Elena y Cristina optaron por viajar a Abu Dabi junto a sus hijos para celebrar el multitudinario cumpleaños del rey Juan Carlos, un evento que reunió a cerca de 80 personas entre amigos y familiares del emérito. Este apoyo público a su todavía marido, quien reside en Emiratos Árabes, dejó a la reina Sofía sola en España, sin la compañía de sus hijas en un momento particularmente sensible. Por su parte, el rey Felipe, como ya es tradición, compartió un breve brindis con su madre en Nochebuena antes de regresar a la residencia familiar para pasar la noche junto a la reina Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Estas breves visitas, aunque significativas, no llenan el vacío emocional que la reina emérita parece sentir cada vez con más intensidad.

A sus 86 años, la reina Sofía enfrenta una realidad difícil: la progresiva desconexión de su entorno familiar más cercano. Aunque mantiene contacto con sus hijos, especialmente con las infantas, este no parece ser constante ni profundo. Así lo señalan diversas fuentes cercanas a la Casa Real. «Se ha entristecido», afirmó la periodista Marisa Martín Blázquez, quien explicó que la emérita ha quedado profundamente afectada no solo por la ausencia de sus hijas durante las Navidades, sino también por los recientes escándalos relacionados con su matrimonio. La publicación de audios que desvelan aspectos íntimos y dolorosos de su relación con el rey Juan Carlos, así como la exposición mediática de sus infidelidades, han reabierto viejas heridas que parecían estar enterradas. Aunque Sofía siempre fue consciente de la complejidad de su matrimonio, la difusión pública de estos episodios ha resultado especialmente dura para ella. «No es solo la historia, sino que se hayan difundido mensajes que hablan de sus hijos, de ella y de su relación con el rey», apuntó la periodista, subrayando que estos episodios han contribuido a su estado de ánimo melancólico.

Otro factor que preocupa a su círculo cercano es la salud de su hermana Irene, quien siempre ha sido un pilar fundamental en la vida de la reina Sofía. Irene de Grecia ha estado a su lado durante décadas, compartiendo su día a día en Zarzuela y siendo su apoyo más constante. Sin embargo, su estado de salud también ha comenzado a deteriorarse, lo que ha limitado su capacidad para viajar y acompañar a la reina emérita en sus desplazamientos oficiales. Esta situación ha incrementado la sensación de aislamiento de Sofía, quien ahora ve reducida incluso la compañía de su más fiel confidente.

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