miércoles, 22 enero 2025

Hispasat y Thales Alenia Space desarrollan ya la comunicación con seguridad cuántica desde el Espacio

Hispasat sigue su floreciente camino en la industria aeroespacial mientras espera a que se dirima su futuro en los despachos de Indra. El operador español de infraestructuras satelitales se ha unido a la compañía Thales Alenia Spaces, creada a su vez por la unión de Thales (67%) y Leonardo(33%) para empezar juntas la fase de desarrollo, fabricación, verificación y validación del primer sistema de seguridad cuántica desde una órbita geoestacionaria.

El grupo francés Thales, dedicado al desarrollo de los sistemas de información y servicios para los mercados aeroespacial, de defensa y de seguridad, es una de las principales compañías tecnológicas a nivel mundial, mientras que Leonardo tiene su origen en Italia, y también está especializada en el ámbito aeroespacial, uno de los negocios globales que mayor proyección tiene según todos los indicadores económicos.

Hispasat está a cargo del diseño de la misión geoestacionaria y de la definición del plan de negocio, y cuenta con el apoyo de compañías como Banco de Santander, BBVA, Telefónica y Cellnex

Junto Hispasat, el operador y proveedor de servicios por satélite español, han comenzado a desarrollar el prototipo de QKD-GEO, el primer sistema geoestacionario de distribución de clave cuántica español. Con un presupuesto de 103,5 millones de euros, la misión QKD-GEO es una iniciativa de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales financiada con los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PERTE Aeroespacial), cuya contratación gestiona el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI).

HISPASAT Y LA SEGURIDAD CUÁNTICA EN EL CIELO

El sistema permitirá a España posicionarse dentro de la iniciativa European Quantum Communication Infrastructure (EuroQCI) de la Comisión Europea, pero se está desarrollando en Tres Cantos, donde Thales Alenia Space lidera un amplio consorcio industrial formado por empresas españolas y europeas para llevarlo a cabo. Por su parte, Hispasat está a cargo del diseño de la misión geoestacionaria y de la definición del plan de negocio.

La misión QKD-GEO es el «proyecto civil más avanzado del mundo en este sentido», según indican desde la tecnológica. El sistema distribuirá claves imposibles de piratear, y actuará como una barrera que no podrán atravesar ni los ordenadores cuánticos más avanzados.

Según aseguran, la distribución de clave cuántica (QKD) es una tecnología disruptiva, pero ya real, que traspasa los actuales modelos de comunicaciones ópticas para ofrecer un paradigma completamente nuevo en el ámbito de la seguridad de información y de las comunicaciones basado en las propiedades cuánticas de los fotones y que supone el primer paso hacia una futura Internet Cuántica.

se trata de un proyecto disruptivo y pionero a nivel mundial, ya que hasta la fecha no existe en el mundo ningún sistema de distribución de clave cuántica desde órbita geoestacionaria

El proyecto QKD-GEO tendrá una duración total de de 24 meses y va a desarrollar «diversos elementos que constituirán un futuro sistema de distribución de clave cuántica desde órbita geoestacionaria». Concretamente creará una carga útil cuántica para ser embarcada en un satélite geoestacionario, como el del segmento terreno asociado.

Se entienda bien o no para el público en general ajeno a la ingeniería, la dimensión del encargo español es de suma importancia, como desde la tecnológica española tratan de explicar al decir que «se trata de un proyecto disruptivo y pionero a nivel mundial, ya que hasta la fecha no existe en el mundo ningún sistema de distribución de clave cuántica desde órbita geoestacionaria«.

También añaden que QKD-GEO ha superado la fase inicial de diseño de sistema, de cuatro meses de duración, en la que se ha establecido la arquitectura del sistema y se han definido los diversos elementos que lo componen.

La carga útil geoestacionaria la conforman un telescopio de alta precisión con su mecanismo de apuntamiento y su electrónica integrada, un generador cuántico de números aleatorios, una fuente de fotones polarizados, una baliza láser y un procesador encargado de generar las claves e implementar el protocolo de comunicación.

Por su parte, el segmento terreno consta de estaciones ópticas, equipadas con un telescopio para la recepción de los fotones enviados desde el espacio y recuperar las claves, y de un centro de operaciones, que organiza y controla todas las actividades del sistema, tanto del segmento espacial como de los usuarios.

Hispasat y Thales Alenia Space desarrollarán un sistema de seguridad cuántica desde el Espacio

El proyecto incluye también la realización de pruebas de campo con un enlace atmosférico de 140 km entre las islas de La Palma y Tenerife, las cuales permitirán la validación funcional del segmento terreno y de la carga útil en unas condiciones de contorno totalmente representativas, como paso previo a su implementación en una misión operativa en órbita.

Hay que explicar también que las compañías implicadas no están solas en este futurista proyecto. Thales Alenia Space lidera un amplio consorcio industrial formado por empresas españolas y europeas, en el que participan varias entidades expertas en el campo de las comunicaciones cuánticas como el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidade de Vigo.

Por su parte, Hispasat está a cargo del diseño de la misión geoestacionaria y de la definición del plan de negocio, y cuenta con el apoyo de compañías como Banco de Santander, BBVA, Telefónica y Cellnex para el análisis de casos de uso reales con el sector bancario y con operadores terrestres.

LA NUEVA INTERNET CUÁNTICA

La Comisión Europea anunció en junio de 2019 su manifiesto a favor de la European Quantum Communications Infrastructure (EuroQCI), que desplegará en los próximos años los primeros nodos de comunicaciones cuánticas en diversos países de la Unión. Estos nodos, de alcance metropolitano, estarán conectados entre sí vía satélite para garantizar su resiliencia. Para ello, IRIS2, el sistema de comunicaciones seguras por satélite promovido por la Comisión (desarrollado por un consorcio en el que participa Hispasat y en cuyo estudio preliminar han participado Hispasat y Thales Alenia Space), incluirá entre sus misiones estas conexiones satelitales de la EuroQCI. QKD-GEO permitirá a España configurar su principal contribución a estas iniciativas europeas.

La aparición de los ordenadores cuánticos aporta una potencia computacional mucho mayor que la de los ordenadores tradicionales para determinados problemas, como la descomposición en factores primos en los que está basada la actual criptografía no simétrica. Esto supondrá un cambio de paradigma en las comunicaciones seguras, ya que se podrán descifrar las encriptaciones actuales en cuestión de segundos.

El sistema distribuirá claves imposibles de piratear, y actuará como una barrera que no podrán atravesar ni los ordenadores cuánticos más avanzados.

Por ello, resulta «fundamental el desarrollo de un sistema que permita enviar información con las garantías necesarias en los entornos de comunicaciones gubernamentales (civiles y militares), gestión de infraestructuras críticas y aplicaciones y servicios de interés económico, medioambiental o tecnológico, así como grandes corporaciones», indican desde Hispasat. Esta tecnología supone, además, un primer paso hacia una futura internet cuántica, que supondrá un salto radical en las comunicaciones globales.

La distribución de claves cuánticas mediante un sistema de comunicaciones ópticas permite comprobar con certeza si estas han sido interceptadas, ya que su integridad se verifica de manera continua gracias a las propiedades cuánticas de los fotones. En contrapartida, las redes terrestres basadas en fibra óptica sólo pueden preservar dicha integridad en distancias inferiores a centenares de kilómetros, ya que a partir de esa cifra sufren inasumibles pérdidas de señal.

En cambio, el uso del satélite para el envío de claves cuánticas permite cubrir cualquier distancia, ya que la atenuación de la señal es menor en el espacio libre. En concreto, y a diferencia de otras órbitas, las coberturas geoestacionarias, a 36.786 km de altura, permiten establecer estas comunicaciones entre continentes enteros con un solo satélite, de manera continua y sin necesidad de sistemas de seguimiento.


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