Dormir mejor se ha convertido en un reto para muchas personas que, al llegar la noche, enfrentan la dificultad de conciliar el sueño debido a la ansiedad. Este problema afecta a millones de personas en todo el mundo y puede provocar serias repercusiones en la salud física y mental. La ansiedad nocturna, caracterizada por pensamientos acelerados y sensación de opresión, interfiere con el descanso y convierte las noches en un desafío constante. Comprender cómo reducir la ansiedad es clave para mejorar la calidad del sueño y lograr un descanso reparador.
1La relación entre ansiedad y sueño
La ansiedad y el insomnio suelen ir de la mano. Numerosos estudios han demostrado que la ansiedad dificulta entrar en un estado de descanso profundo. Por la noche, la falta de distracciones amplifica las preocupaciones y hace que los pensamientos negativos tomen el control. Este fenómeno, conocido como «la mente después de la medianoche», sugiere que las personas son más propensas a pensamientos intrusivos durante las horas nocturnas, lo que contribuye a la dificultad para dormir mejor.