jueves, 23 enero 2025

Donald Trump, hiperactivo: saca a EEUU del acuerdo climático y embiste a la eólica

El discurso electoral de Donald Trump destiló tanta sutileza como un toro de lidia interpretando el Requiem de Mozart, así que no se puede decir que el sector energético, y más particularmente el de la generación limpia, esté desprevenido. El mismo día de su investidura como presidente de EEUU, el controvertido magnate presentó un plan para abordar la «emergencia energética» que pasa por sacar a Washington (por segunda vez) del Acuerdo de París por el clima, disparar la producción de petróleo y marginar fuentes de generación ‘verde’, empezando por la eólica offshore.

TRUMP LE DA UNA PATADA AL ACUERDO DE PARÍS

El magnate ya ha firmado una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París de 2015, el pacto internacional para combatir el calentamiento global. Este tratado internacional, del que emanan casi todas las medidas de lucha contra el cambio climático en todo el mundo, tiene como objetivo limitar la subida de las temperaturas a 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales.

Greenpeace ha reaccionado casi inmediatamente, lanzando un grito agónico de impotencia. La organización ha difundido un comunicado en el que denuncia que «abandonar el Acuerdo de París y seguir fortaleciendo a la industria fósil sólo hará que los impactos del cambio climático -como incendios, olas de calor, huracanes o lluvias torrenciales- sean cada vez más fuertes y frecuentes y provoquen más dolor y desgracia».

«Negar los desafíos globales no los hace desaparecer, y mientras Los Ángeles sigue ardiendo, abandonar el Acuerdo de París sólo inflamará los riesgos futuros»

Mads Christensen, director ejecutivo de Greenpeace internacional

Mads Christensen, director ejecutivo de Greenpeace internacional, no ha dudado en aludir a la catastrófica ola de incendios en California para apoyar esta postura: «Negar los desafíos globales no los hace desaparecer, y mientras Los Ángeles sigue ardiendo, abandonar el Acuerdo de París sólo inflamará los riesgos futuros. Combatir la crisis climática requiere cooperación internacional, no aislacionismo».

COMBUSTIBLES FÓSILES A ULTRANZA

«Perfora, cariño, perfora», fue uno de los eslóganes de Trump en campaña. Al neoyorquino le van los hidrocarburos, y está decidido a hacer de EEUU un Qatar en esteroides. Caiga quien caiga.

«Estados Unidos volverá a ser una nación manufacturera, y tenemos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá jamás: la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país en la Tierra» -dijo Trump durante su puesta de largo como inquilino de la Casa Blanca- «Y vamos a usarlo».

Está por ver, sin embargo, si los empresarios compran esta dialéctica triunfalista. La producción petrolera estadounidense ya se encuentra en niveles récord, debido a que los perforadores buscan aprovechar los altos precios tras las sanciones a Rusia después de su invasión a Ucrania en 2022, pero el sector ha alzado la voz para advertir que, de caer la valoración del crudo, no impulsarán el bombeo a costa de la rentabilidad. El consejero delegado de ExxonMobil, el mayor productor de petróleo de Estados Unidos, ya ha indicado que no cumplirá sin más si Trump se lo pide.

LAS ENERGÍAS ‘VERDES’ Y LA PROTECCIÓN MEDIOAMBIENTAL ESTÁN EN APUROS

En un solo día, Trump desmanteló buena parte del trabajo medioambiental y de transición energética sacado adelante por la Administración de Joe Biden. Dio instrucciones y dictó órdenes destinadas a promover el desarrollo de petróleo y gas en Alaska, echando por tierra los esfuerzos de su predecesor para proteger las tierras del Ártico y las aguas costeras de Estados Unidos de la perforación. También revocó los objetivos adoptados para la adopción de vehículos eléctricos y canceló la pausa en la concesión de permisos para la exportación de gas natural licuado (GNL).

Sin embargo, la peor parte se la ha llevado la eólica offshore, es decir, la energía que se obtiene al aprovechar la fuerza del viento que se produce en alta mar. El ramalazo trumpista ha suspendido las ventas de concesiones para este tipo de generación, dejando al sector en el limbo.

LA SUSPENSIÓN DE LAS CONCESIONES DE VENTAS PARA LA SOLAR Y LA EÓLICA PONEN EN RIESGO MILES DE MILLONES DE DÓLARES EN PROYECTOS, EN CLARA DISCORDANCIA CON EL DISCURSO DE HACER DE EEUU UNA POTENCIA MANUFACTURERA DE NUEVO

En clara discordancia con sus declaradas intenciones de hacer de EEUU una potencia manufacturera de nuevo, esta decisión pone en grave riesgo los miles de millones de dólares en nuevas inversiones en manufactura y proyectos atraídos por los créditos fiscales para eólica y solar puestos en marcha por Biden.

Los opositores de Trump, informa Reuters, han puesto el grito en el cielo: «Eliminar empleos en manufactura y dar vía libre a los contaminadores que enferman a las personas difícilmente es poner ‘a Estados Unidos primero’», ha dicho Alex Floyd, portavoz del Comité Nacional Demócrata (DNC).

RÉPLICAS AL ‘TERREMOTO TRUMP’ EN ESPAÑA

La motosierra del multimillonario también se ha hecho sentir en nuestro país, donde este martes las compañías de renovables registraron fuertes caídas en bolsa. Entretanto, el proteccionismo y la alergia a las energías ‘verdes’ de la nueva Administración pone en una compleja situación a las grandes energéticas españolas presentes en EEUU, donde ya han invertido ingentes cantidades de dinero.

Iberdrola -presente, por cierto, en la investidura de Trump a través de su filial estadounidense Avangrid– cuenta con unos activos de 46.000 millones de dólares en el país. La mencionada Avangrid, que distribuye electricidad en los estados de Nueva York, Connecticut, Maine y Massachusetts concentra el 80% del negocio de Avangrid son redes y el resto, renovables con apoyos asegurados.

ACCIONA ENERGÍA tiene una capacidad instalada de 2.622 megavatios (MW) de eólica y fotovoltaica en Estados Unidos, fuentes que carecen de futuro con Trump

Eso sí, la regulación de redes depende de los estados, no de la Administración Federal, así que los activos de Iberdrola en el país norteamericano gozan de cierta seguridad, al menos de momento.

Caso distinto es el de Acciona Energía. La empresa de José Manuel Entrecanales tiene una capacidad instalada de 2.622 megavatios (MW) de eólica y fotovoltaica en Estados Unidos, fuentes que, visto lo visto, carecen de futuro con Trump.


- Publicidad -