La Dirección General de Tráfico (DGT) está trabajando en un ambicioso paquete de medidas para 2025 con el objetivo de reducir la siniestralidad en las carreteras españolas. El nuevo reglamento trae consigo importantes cambios, entre ellos, la drástica reducción de la tasa de alcohol permitida para los conductores y la implementación de normas más estrictas en el uso de vehículos de movilidad personal y motocicletas. Con estas medidas, la DGT busca reforzar la seguridad vial y evitar los alarmantes datos de siniestros registrados en los últimos años.
1Una reducción histórica en la tasa de alcohol permitida
Uno de los cambios más relevantes que introduce la DGT es la reducción de la tasa de alcohol permitida para los conductores, bajándola de 0,50 gramos por litro de sangre a 0,20 gramos. Esto supone un giro radical hacia la política de “tolerancia cero”, dejando claro que no se podrá beber absolutamente nada antes de conducir. Esta medida, impulsada por una proposición de ley del grupo socialista, busca eliminar la idea errónea de que un consumo moderado de alcohol es seguro y aceptable al volante.