Lidl ha encontrado una fórmula para aumentar las ventas de verdura congelada que está conquistando a sus clientes más estrictos. A través de una estrategia de marketing simple pero efectiva, han modificado el diseño del empaque para permitir que los consumidores vean claramente el contenido de los productos. Esto hace que, al igual que cuando compramos productos frescos a granel, podamos visualizar lo que estamos adquiriendo antes de ponerlo en el carrito. Verduras como cebolla, brócoli, coliflor y las típicas para sofrito están ahora disponibles con el empaquetado transparente, lo que atrae a los compradores más exigentes.
El dietista Miodrag Borges, conocido por su cuenta de TikTok @Microbiotadesdecero, no dejó de comentar la sencillez y efectividad de este cambio. Según él, la clave del éxito de esta estrategia de marketing radica en que al ver el contenido de las bolsas, los clientes se sienten más conectados con la calidad de los productos. Borges no dudó en dejar clara su opinión sobre este cambio, que considera una estrategia «más vieja que el azafrán», pero igualmente eficaz. Y es que, para muchos consumidores, ver el producto es una forma de asegurarse de que están llevando a casa algo fresco y como consecuencia, saludable.
La respuesta de los clientes ha sido positiva. Muchos comentan en redes sociales que este formato les parece más práctico. Algunos incluso señalan que este detalle hace que comprar verdura congelada en Lidl se sienta como una opción más natural (el poder del marketing). Sin duda, este pequeño ajuste en el diseño del empaque ha generado un gran impacto, logrando que más personas se animen a comprar las verduras congeladas de Lidl.
1Un cambio sencillo que marca la diferencia: el nuevo empaquetado transparente de Lidl
La cadena de supermecrados ha logrado captar la atención de sus clientes con un cambio sencillo, pero muy efectivo: la nueva presentación de su verdura congelada en empaques transparentes. Este cambio permite a los compradores ver el contenido del paquete antes de comprarlo, algo que genera una sensación de confianza. Al poder observar los productos, como brócoli, cebolla o verduras para sofrito, los clientes sienten que están eligiendo lo mejor y lo más fresco, como si compraran a granel, sin sorpresas al abrir el paquete en casa.
Este cambio de diseño ha sido bien recibido, ya que según los clientes, transmite transparencia y frescura, dos cualidades muy valoradas por los consumidores. Además, al ser un cambio tan sencillo, refleja las ganas de Lidl para innovar sin complicarse demasiado y sobre todo de pensar en cómo mejorar la vida de sus clientes. La visibilidad del producto no solo mejora la experiencia de compra, sino que también pone en evidencia la calidad de los ingredientes, ganándose la preferencia de quienes buscan hacer compras más saludables y prácticas.