Contratar tu conexión wifi es un proceso por el que todo el mundo tiene que pasar en alguna ocasión. Y no todo el mundo sabe cómo hacerlo. Son tantos los paquetes de Internet a disposición de los clientes de la línea, como las dificultades a la hora de elegir en caso de no tener ninguna información previa sobre la velocidad que necesitas.
Porque no es lo mismo utilizar Internet para hacer búsquedas simples en la red, para realizar videollamadas, para juegos en línea o para utilizar las redes sociales clásicas como Instagram o X. Para saber cuál es la velocidad que realmente necesitas, existen algunos trucos y consejos que puedes seguir. Porque es posible que te hayas dejado seducir por una oferta muy apetitosa que te prometa un ancho de banda que supere altamente tus expectativas y necesidades en casa.
1WIFI: ADSL O FIBRA ÓPTICA
El ADSL fue una opción muy popular para hacer uso de Internet en casa hace unos años. Con líneas telefónicas de cobre, esta tecnología permitía velocidades de entre 10 y 20 Mbps. Estas cifras son ahora irrisorias en comparación con lo que nos permite la fibra óptica. Anteriormente, descargar un archivo podía ocupar parte de tu tarde, mientras que las videollamadas o la reproducción de contenido en streaming se veían limitadas por constantes interrupciones y una baja calidad que se convertía en protagonista en cualquier emisión. Además, la alta latencia -es decir, el tiempo que tarda la red en responder- complicaba todavía más la experiencia, especialmente en actividades sensibles al retraso, como son los videojuegos multijugador o aquellos que tienen gráficos de alta calidad.
Con la llegada de la fibra óptica, el panorama cambió radicalmente. Este tipo de conexión utiliza cables de vidrio o plástico que transmiten datos mediante impulsos de luz, lo que permite velocidades exponencialmente mayores, de hasta 1 Gbps para usuarios domésticos. Además de ser mucho más rápida, la fibra óptica ofrece una conexión estable y con una latencia mínima. De esta forma, se mejora la velocidad de descarga y se incrementa la experiencia de calidad en cuestiones como videollamadas, juegos online o emisiones en HD.
Otro factor clave de esta tecnología es su capacidad para ofrecer conexiones simétricas, en las que las velocidades de subida y bajada son iguales. Mientras que en el ADSL la subida de datos era un cuello de botella evidente, con la fibra óptica es posible cargar archivos a la nube, realizar transmisiones en vivo o enviar grandes cantidades de datos sin complicaciones. Aunque en sus primeros años de despliegue era común encontrar tarifas asimétricas, donde la velocidad de subida era significativamente menor que la de bajada, hoy en día las conexiones simétricas son el estándar, especialmente para quienes necesitan un internet más versátil y dinámico.
