En Uber siguen sabiendo cómo enfrentar de cerca a sus competidores. La plataforma de transporte fue la primera en entrar en números verdes dentro del mundo de la nueva movilidad, y un acuerdo con una de las aerolíneas más importantes del mundo ha servido además para que su principal rival internacional se estrella esta semana en la bolsa, lo que deja a la empresa en un puesto cómodo para seguir dominando el mercado de la nueva movilidad.
La plataforma ha cerrado un acuerdo con Delta para ser la encargada del traslado de última milla para sus pasajeros. El acuerdo no solo es una oportunidad atractiva para Uber, sino que deja saca a Lyft, quizás su principal rival internacional y sin duda el más importante de sus rivales en Estados Unidos, del mismo acuerdo y del negocio de los aeropuertos, lo que inmediatamente ha tenido un efecto sobre sus acciones, disparando las de Uber hasta, que han aumentado casi dos puntos esta semana, y haciendo que se estrellan las de su competidor que ha caído más de 7 puntos esta semana, un dato doloroso.
Es otro paso para que Uber siga dominando el mercado. Lo cierto es que el negocio de los aeropuertos es clave para las empresas de movilidad, no es casual que en España los taxistas hayan hecho tantos esfuerzos para que las VTC no puedan operar de la misma forma que ellos en estos espacios. No solo son los viajeros cansados buscando llegar de forma rápida a su destino, o incluso los salientes que apuestan por el aeropuerto para viajar sin arriesgarse a llegar demasiado tarde a la puerta de embarque.
A esto se suma que para los turistas, que al momento de llegar seguramente no saben la forma más rápida de llegar a ningún sitio particular, depende de este tipo de servicios. A esto se suma que al usar los servicios de Uber en los aeropuertos donde colaboran con Delta esto servirá para sumarse a sus millas de viajero frecuente. Son ventajas que hasta hace poco Lyft tenía y que ahora pierde, obligados a competir sin ellas frente a un servicio que tiene la ventaja de estar en un mayor número de mercados a nivel internacional, lo que es una ventaja para negociar con aerolíneas.
UBER APLICA ESTRATEGIAS AGRESIVAS
Como lo explica Brian Nowak, analista de Morgan Stanley, en declaraciones recogidas por el portal Investing.com, es un aviso para otros rivales de Uber, como pueden ser Cabify o Bolt, de que la empresa está dispuesta a mostrar músculo con estrategias agresivas. Lo cierto es que en el año que acaba de terminar la plataforma también dio pasos para abandonar los Tesla de Elon Musk apostando por los sistemas de Waymo de vehículos sin conductor, lo mucho que han celebrado sus beneficios o incluso sus esfuerzos para acelerar en la carrera por la electrificación de sus flotas.
Es un dato importante para Nowak, que no ha mostrado demasiada preocupación ante el riesgo que representa para Uber la apuesta por los vehículos sin conductor. «Con los inversores cada vez más preocupados de que Uber se vea afectado por la conducción autónoma, creemos que es importante recordar que Lyft aún representa alrededor del 30% de la industria de transporte compartido en EE.UU… contra la cual Uber podría invertir más agresivamente para capturar en los próximos años», sentencia el analista.
En cualquier caso, será interesante saber si repiten este tipo de estrategias en territorio ibérico. Es bueno señalar que no pueden esperar en la misma zona de los aeropuertos que los taxistas por la presión que estos han ejercido sobre las plataformas de la nueva movilidad, y, por tanto, no parece probable que en el corto plazo empiecen a negociar con las aerolíneas, aunque Cabify lo ha hecho con Iberia.
EN ESPAÑA EL PROBLEMA NO ES EL TRANSPORTE SINO EL REPARTO
Lo cierto es que la empresa en España no tiene grandes motivos para preocuparse en cuanto a sus servicios como empresa de transporte. Al mismo tiempo, Uber Eats, su plataforma de entrega de alimentos a domicilio, está en la mira de todo el sector por su decisión de seguir siendo la única plataforma del sector que opera con repartidores autónomos a pesar de la ley rider, decisión que ya les había costado más de 130 millones de euros ante de que Glovo decidiera contratar a sus repartidores dejándolos solos en la decisión de operar con autónomos.
En cualquier caso, será llamativo seguir de cerca los movimientos de la plataforma en este aspecto, y saber si la decisión de mantenerse como la única plataforma del sector en ignorar la normativa funciona para darles una ventaja competitiva.