Telecinco ha comenzado el nuevo año con el estreno de su último reality show, ‘Gran Hermano DÚO’, un formato en el que diversas figuras conocidas del panorama televisivo han decidido dejar de lado sus compromisos habituales para ingresar en la icónica casa de Guadalix de la Sierra.
Este programa, que propone competir en parejas o incluso en tríos, ofrece a los participantes la posibilidad de ganar un jugoso premio de 50.000 euros. Entre los concursantes destaca Ana Herminia, mujer de Ángel Cristo, quien en pocos días ya ha generado varias controversias e incluso ha acusado falsamente a un compañero de agresión. Sin embargo, otro participante que ha optado por un perfil mucho más bajo es José María Almoguera, de 36 años, hijo de Carmen Borrego. Esta es su primera aparición en un formato de esta índole, y aunque su convivencia ha sido tranquila hasta el momento, existe una razón médica que le impide realizar las pruebas del programa: una enfermedad cardiovascular que ya ha generado interés y preocupación.
1La enfermedad de José María Almoguera
Según ha salido publicado, José María Almoguera padece el síndrome de Brugada, una afección genética que afecta el ritmo cardíaco y puede aumentar considerablemente el riesgo de sufrir arritmias graves. Carmen Borrego ya había mencionado esta condición cuando se especuló con la posibilidad de que su hijo participara en el reality ‘Supervivientes 2025’. En esa ocasión, explicó que los problemas de corazón de su hijo le impiden realizar esfuerzos físicos significativos. Este síndrome, como explica el citado medio, puede ser particularmente peligroso, ya que está asociado a casos de muerte súbita en personas jóvenes y aparentemente saludables.
La causa del síndrome de Brugada radica en problemas en los canales de sodio del corazón, fundamentales para que este órgano bombee sangre de manera eficiente. Dichos canales permiten a las células cardíacas generar impulsos eléctricos que controlan los latidos del corazón. Cuando estos canales no funcionan correctamente, pueden provocar arritmias severas. Lo más alarmante es que esta enfermedad puede permanecer asintomática durante mucho tiempo, manifestándose solo cuando ocurre algo grave. Entre los síntomas que deberían encender las alarmas se encuentran los desmayos, las palpitaciones y los episodios de respiración entrecortada, especialmente durante el sueño.
En una de las primeras pruebas del programa, José María explicó que no podía participar debido al riesgo de que se desplazara un cable de su desfibrilador automático implantable (DAI). Este dispositivo, según fuentes como ‘Medicine Plus’, es crucial para personas con alto riesgo de arritmias peligrosas, ya que puede detectar ritmos cardíacos anormales y administrar descargas eléctricas para restablecer el ritmo normal. Aunque el síndrome de Brugada no tiene cura, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado reducen significativamente el riesgo de muerte súbita, permitiendo a los afectados llevar una vida relativamente normal. Esto ha permitido que Almoguera participe en el programa, aunque con restricciones en cuanto a pruebas físicas y situaciones de estrés extremo.