Los clientes de Carrefour, Mercadona, y Lidl observan como sigue aumentando la tensión en el coste de la cesta de la compra de gran consumo. En este sentido, el incremento de precios se ha ido moderando, pero la inflación llega a un punto que es acumulativa, y deja el bolsillo de los clientes tensionado.
En este contexto, en 2024 las grandes cadenas de distribución vieron como sus productos de marca propia no llegaron a conquistar a unos clientes que solo el 47% dijo seguir comprando principalmente productos de marca de distribuidor. Un porcentaje un 7% más bajo que el que consiguieron los supermercados en 2023, que era de un 54%
Bien es cierto, que Mercadona, Carrefour y Lidl, entre otras cadenas de distribución no solo tienen que entender lo que quieren sus consumidores, sino también cómo orquestar el ecosistema de suministro end-to-end para satisfacer la demanda, a través de capacidades de fabricación digital y canales de suministro resistentes, ágiles y flexibles.
CARREFOUR Y LIDL PENDIENTES DEL CONTROL DE GASTO POR PARTE DE SUS CLIENTES
En este contexto, Carrefour, Lidl, y otros grandes supermercados están observando que el consumidor vuelve a gastar en alimentación, pero eso sí, con control y sin dejar de activar aquellas herramientas o acciones que les permiten ahorrar en las compras. Unas herramientas que mayoritariamente las favorecen las propias cadenas de distribución con descuentos y promociones.
Los consumidores este mismo enero y de cara hacer frente al inicio de año económicamente hablando, están planificando más las compras pensando bien en lo que necesitan para controlar mejor los gastos. Por otro lado, sigue estando presente la tendencia de acudir a más de un supermercado buscando y comparando las mejores ofertas y precios.
CARREFOUR Y LIDL SACAN TAJADA DE LAS OFERTAS, YA QUE AL CLIENTE NO LE IMPORTA GASTAR MÁS SI HAY OFERTA
Bien es cierto, que tanto Carrefour como Lidl y Mercadona, han visto que la venta de algunos productos ha ido cayendo. Sin ir más lejos, nos referimos a productos como los dulces y la bollería, a carne y otros productos cárnicos, snacks y aperitivos, pescado, bebidas alcohólicas, y por último, el aceite de oliva.
Las cadenas de distribución siguen en que el trasvase entre marcas se mantiene. El 60% de clientes sigue comprando más productos de marca, un hecho que beneficia directamente a las ventas de Carrefour, y Lidl, entre otras. Cada vez son más los clientes que buscan aquellos supermercados que cuenten con un mayor y más alto porcentaje de productos de marca propia, ya que son más económicos y ayudan al ahorro.
No obstante, Carrefour, Lidl, Mercadona y el resto de cadenas de distribución se enfrentan a un 2025 con unas perspectivas según los expertos que van a contar con una tendencia de ralentizar el crecimiento de la marca de distribuidor, beneficiando así a todos los fabricantes que llevan dos años perjudicados.
En cuanto a las perspectivas de ralentizar el crecimiento de la marca propia, los expertos se basan en que en octubre de 2023 un 54% de clientes compraba principalmente marca de distribuidor, pero en el año pasado ese porcentaje bajó en un 47%; el porcentaje que sí creció fue el de clientes que tiene pensado combinar en sus compras en Lidl o Carrefour, entre otros supermercados tanto marca blanca como marca de fabricante, es decir la perspectiva para 2025 es que el porcentaje aumente a 42%, ya que en 2023 era del 37%.
LOS CAMBIOS DE EL CLIENTE EN LA ALIMENTACIÓN
En este contexto, las dietas del consumidor están a la orden del día, y es que un 40% sigue algún tipo de dieta específica, un porcentaje que cada año va en aumento porque en 2023 tan solo un 34% de consumidores seguían alguna dieta. Concretamente, el 13% de consumidores sigue una dieta veggie reduciendo o eliminando el consumo de proteína animal en su dieta; un hecho que obliga a Carrefour, Lidl y Mercadona innovar en estas tendencias.
«; y un 32% apuesta por los productos plant base, es decir, siguen comprando productos alternativos a la proteína animal», explican los expertos.
En este sentido, siguen los ajustes en la cesta de la compra, es decir, racionales, pequeñas u oportunistas, y se han consolidado algunos cambios de hábito como compras de marca de distribuidor o shopper promocionero, pero las cadenas de distribución como Mercadona, Lidl y Carrefour escuchan la necesidad de los clientes por recuperar el interés por la sostenibilidad, la innovación y los productos Premium.