En estos momentos, Alcampo parece desconocer qué son los productos nacionales españoles. La cadena francesa presume en sus establecimientos de que sus productos son de origen nacional, un hecho que podría darse perfectamente, pero que los clientes están desmintiendo a medida que se fijan en el origen de los productos y ven en el etiquetado: Perú.
Sin ir más lejos, el jugar al despiste con el cliente puede traerle a la cadena de distribución francesa graves problemas. El supermercado, de origen francés, podría enfrentarse a sanciones tanto económicas como sociales al no cumplir la normativa que se establece ante el fraude en etiquetas de alimentos. La procedencia de los productos cada vez está tomando más poder en la decisión de compra de los consumidores, que ahora están observando la controversia de la discrepancia entre la imagen que proyecta Alcampo en España y la realidad de sus productos.
Como bien sentencia el Reglamento n.º 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, «el presente Reglamento establece los principios generales, los requisitos y las responsabilidades que rigen la información alimentaria y, en particular, el etiquetado de los alimentos. Asimismo, establece los medios para garantizar el derecho de los consumidores a la información, así como los procedimientos para facilitar información alimentaria, teniendo en cuenta la necesidad de dar la flexibilidad suficiente para responder a los futuros avances y los nuevos requisitos de información».
ALCAMPO ENGAÑA A SUS CONSUMIDORES
La cadena de distribución francesa lleva ya varias semanas vendiendo en sus lineales de frutería la uva rosada a granel con un origen en la etiqueta que no corresponde al origen que está escrito en las bolsas que envuelven y protegen el producto. Un error que no ha pasado desapercibido para los consumidores que se sienten engañados.
«Celebro el nacionalismo de Alcampo, que considera a Perú una provincia española», señala uno de los consumidores en sus redes sociales. Una afirmación que se debe a que el supermercado francés en el lineal de la uva rosada a granel ha decidido cambiar el origen de esta fruta indicando que viene de España. Un origen que nada tiene que ver con lo que se indica en el embalaje de este producto.
ALCAMPO INTENTA JUGAR A DOS BANDAS PARA SEGUIR OFRECIENDO ALGUNOS PRODUCTOS CON ORIGEN EN ESPAÑA, PERO A LA VEZ CONTAR CON SU MAYORÍA DE FRUTA CON ORIGEN FUERA DE LA UNIÓN EUROPEA
Sin ir más lejos, el embalaje de la uva rosada en el lineal de Alcampo tiene en letra grande y de color rojo, »producto de Perú», es decir, una información que sirve de interés para el cliente y que la cadena francesa parece no haberse dado cuenta y por eso siguen con su cartel de origen en España. Esta controversia puede pagarse muy cara por los reglamentos que se defienden.
Además, a esta falta de lealtad de Alcampo hacia sus clientes, se le suma qué también se refleje en un problema más amplio de la cadena de suministro global. En un mundo cada vez más interconectado, los productos que consumimos pueden provenir de diferentes partes del mundo, lo que hace que sea más difícil rastrear su origen y garantizar su calidad.
En este sentido, el Reglamento n.º 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, sentencia que la indicación del país de origen o el lugar de procedencia será obligatoria cuando su omisión pudiera inducir a error al consumidor en cuanto al país de origen o el lugar de procedencia real del alimento, en particular si la información que acompaña al alimento o la etiqueta en su conjunto pudieran insinuar que el alimento tiene un país de origen o un lugar de procedencia diferente.
Las relaciones con proveedores españoles de Alcampo podrían estar en peligro al no compartir ni respetar su visión sobre la calidad y el respeto con toda la cadena de valor. Los consumidores en redes sociales han empezado otro boicot con productos que no sean españoles, y también contra la cadena de distribución francesa, que parece no respetar las peticiones de sus consumidores.
LA EXIGENCIA DE UNIÓN DE UNIONES DE GANADEROS Y AGRICULTORES
En este contexto, desde la organización de Unión de Uniones están pidiendo tanto a los consumidores como a las cadenas de distribución que intenten apostar por el producto de autóctonos, garantizándose así la máxima calidad y promoción de sistemas de producción responsables y seguros.
Sin ir más lejos, Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, ante pruebas analíticas realizadas en laboratorio que identificaban presencia de materias activas no permitidas en la UE en uva de mesa importada, pide mayor vigilancia a las CC. AA para evitar que estos productos acaben en los lineales.
No obstante, Unión de Uniones, que se dirigió en una carta en diciembre al Ministerio de Agricultura a la luz de estos resultados el pasado diciembre, toma nota de su respuesta y reclama a las consejerías, la administración competente indicada por el MAPA, que ponga en marcha las medidas que crea necesarias para que no se comercialicen estos productos.
Un claro ejemplo de estos problemas es con la uva de mesa fresca, que actualmente se controlan en frontera con motivo de activación de varias alertas europeas RASFF a nivel nacional, un total de 22 alertas. Entre ellas destaca la presencia en España de una materia activa, la fenamidona, por encima de los niveles máximos de residuos autorizados, y que el pasado 2 de diciembre generó la correspondiente alerta RASFF europea.
En este sentido, hay 16 alertas de origen Turquía por detección de residuos (en su mayoría de cetamiprid); 2 de origen Perú, una por un fitosanitario, el carbofurano, por encima de los niveles permitidos y otra por detección de metomilo, 1 de origen India por detección de metamidofos, dimetotato y ometoato, 2 de origen Sudáfrica por presencia de etefón y glufosinato.