«Mantener este impuesto [a la producción eléctrica] equivale a restar competitividad a la industria española frente al resto de Estados miembro de la UE, puesto que ninguno de ellos tiene implantado un gravamen similar». Así se manifiesta el sector industrial, agrupado en el seno de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, para reclamar el fin de un gravamen que, denuncian, «lastra» a las empresas del ramo en nuestro país.
En una semana marcada por el ruido político en torno a la tributación de las energéticas y el diésel, la Alianza, que integra a los sectores más intensivos en el uso de energía eléctrica, también ha hecho sentir su voz ante lo que considera una rémora fiscal. Mediante un comunicado emitido este miércoles, la agrupación defiende que la supresión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE) «contribuiría a preservar la competitividad de la industria manufacturera española intensiva en electricidad».
La Alianza está constituida por las asociaciones ANFAC (automoción), AOP (refino), ASPAPEL (papel), FEIQUE (química y farmacia), FIAB (alimentación y bebidas), OFICEMEN (cemento), PRIMIGEA (materias primas minerales), SERNAUTO (componentes de automoción) y UNESID (siderurgia).
UN IMPUESTO OBSOLETO
Las organizaciones firmantes defienden la eliminación de este impuesto, «dado que incrementa un 7% el precio mayorista, el cual es repercutido al consumidor eléctrico industrial» -expone el comunicado- «El IVPEE supone una carga de cerca de 1.100 millones de euros anuales para los contribuyentes del sistema eléctrico, aunque desde su adopción ha alcanzado picos de 1.600 millones».
Recuerda, asimismo, que este martes la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) anunció que el sector eléctrico registró un superávit de 3.902,9 millones de euros en el ejercicio de 2023, superando en 3.600,4 millones la previsión inicial de superávit para el ejercicio. Unas cifras que, a ojos del sector industrial, acentúan la obsolescencia del gravamen.
«Suprimir el impuesto a la producción eléctrica facilitaría la descarbonización de una parte de la demanda manufacturera, sirviendo de palanca adicional para la electrificación»
Carlos Reinoso, portavoz de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española
El objetivo inicial del impuesto, establecido en 2012, se dirigía a armonizar el sistema fiscal con un mayor compromiso con el medioambiente y la sostenibilidad. Sin embargo, a fecha de hoy, con un mix eléctrico que difiere profundamente del que operaba en España en aquel momento, «la existencia del IVPEE puede incluso dificultar el cumplimiento de dichos objetivos, al plantear barreras a la electrificación» -explica el portavoz de la Alianza, Carlos Reinoso– «Suprimirlo facilitaría la descarbonización de una parte de la demanda manufacturera, sirviendo de palanca adicional para la electrificación asociada a la transición energética de los sectores productivos».
«La supresión del IVPEE contribuiría a preservar la competitividad de la industria manufacturera española intensiva en electricidad«, concluye Reinoso, para quien «es necesario eliminar el impuesto definitivamente del sistema y ofrecer una señal precisa y a largo plazo a los inversores industriales».
LA CARÍSIMA ELECTRICIDAD EUROPEA
El comunicado subraya que la Comisión Europea (CE) ha reconocido en diversas ocasiones que los altos precios de la energía constituyen una desventaja competitiva para la Unión Europea (UE). El pasado mes de septiembre, la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, manifestó que uno de los objetivos de su próximo Ejecutivo Comunitario será hacer que el precio de la energía descienda de manera estructural, a través de la diversificación de proveedores, la inversión masiva en fuentes de electricidad renovable y baja en carbono (nuclear) e incrementando la eficiencia energética.
El informe Draghi, encargado por la Comisión, subraya que los costes de la electricidad en la UE son significativamente más altos que en Estados Unidos. Concretamente, entre dos y tres veces más elevados. Este diferencial se debe a varios factores, incluyendo la volatilidad de los precios energéticos, la incertidumbre sobre su evolución y la heterogeneidad regulatoria y fiscal entre los estados miembros. En este sentido, el informe pone de relieve la necesidad de armonizar las políticas energéticas y reducir los impuestos sobre la energía para mejorar la competitividad de la industria europea, entre otras medidas.
PROTEGER LA INDUSTRIA ESPAÑOLA
En lo que respecta a España, el recién aprobado Anteproyecto de Ley de Industria reconoce una especial protección a la industria intensiva en energía (eléctrica o gas), y establece el compromiso del Gobierno de implantar medidas de apoyo que faciliten la descarbonización de sus procesos y su transición energética.
En este contexto, para la Alianza, suprimir el impuesto a la producción eléctrica sería un ejercicio de coherencia con el marco que dibuja el Anteproyecto de Ley aprobado por el Gobierno: contribuir a la consecución de los objetivos de descarbonización manteniendo los niveles de competitividad del sector, con el impacto que ello tiene en la economía nacional.
«Constituiría un primer paso para reducir el coste energético que afronta la industria, contribuyendo a mejorar su competitividad», concluyen desde la Alianza.