El Parlamento Europeo, al inicio de su décima legislatura, ha decidido no renovar el intergrupo dedicado al Sáhara Occidental, una estructura que desde su creación en 1987 había sido renovada en todas las legislaturas anteriores.
Esta decisión marca un cambio en las prioridades estratégicas de la Eurocámara, reforzando un enfoque más pragmático y alineado con los intereses de estabilidad y desarrollo en la región mediterránea.
Para la constitución de un intergrupo se requiere el apoyo de al menos tres grupos parlamentarios. Sin embargo, en esta legislatura, el intergrupo del Sáhara Occidental solo ha contado con el respaldo del Grupo de la Izquierda, lo que ha impedido su reconstitución. Esta falta de consenso refleja el reconocimiento de que las prioridades europeas deben orientarse hacia la construcción de relaciones más sólidas y beneficiosas con actores clave en la región.
En este contexto, Marruecos ha sido destacado como un socio estratégico y fiable, capaz de contribuir tanto a la estabilidad regional como al desarrollo sostenible. La decisión del Parlamento Europeo refuerza esta cooperación, marcando un alejamiento de las dinámicas impulsadas por el Frente Polisario y sus aliados, que en el pasado habían utilizado el intergrupo como plataforma para influir en las políticas comunitarias.
La no constitución del intergrupo supone un serio revés para los intereses de Argelia y el Frente Polisario en la Eurocámara. Durante décadas, estas partes habían utilizado el intergrupo como un instrumento para sus objetivos políticos, frecuentemente en detrimento de las relaciones estratégicas entre Europa y otros actores clave en el Mediterráneo.
Este cambio de enfoque pone de relieve el compromiso del Parlamento Europeo con soluciones más pragmáticas y realistas, alejándose de iniciativas que han generado divisiones en el pasado. La decisión puede interpretarse también como un apoyo implícito al plan de autonomía propuesto por Marruecos para el Sáhara Occidental, reconocido por la mayoría de los países europeos y la comunidad internacional como la solución viable para resolver el contencioso y garantizar la paz, la seguridad y el desarrollo de la región.
El Parlamento Europeo, al priorizar la colaboración con Marruecos, envía un mensaje claro sobre la importancia de construir alianzas estratégicas basadas en la confianza y los intereses comunes. Marruecos, como socio esencial para la Unión Europea en temas como la gestión migratoria, la lucha contra el terrorismo y la cooperación económica, consolida su posición como un actor indispensable en el Mediterráneo. Con esta decisión, el Parlamento hace suyas las posiciones y declaraciones expresadas por el Consejo Europeo (17.10.24), la Comisión y varios Estados miembros.
La no renovación del intergrupo se inscribe también en la lógica de la promoción de la asociación comercial entre la Unión Europea y Marruecos, al tiempo que representa una victoria para el desarrollo de las poblaciones locales que se benefician del mismo en el marco del Plan de Autonomía marroquí.
