Mali Chivakul, economista de mercados emergentes en J. Safra Sarasin Sustainable AM, repasa en MERCA2 la situación actual de los mercados tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
La victoria de los republicanos en las elecciones del 5 de noviembre llevó al mercado a valorar los probables cambios en la orientación política. El optimismo del mercado ante los posibles recortes fiscales y la desregulación llevó a la renta variable estadounidense a su mayor subida mensual del año. Las perspectivas de una menor regulación también llevaron al bitcoin a un importante repunte tras las elecciones.
El dólar estadounidense se fortaleció incluso cuando los rendimientos de los bonos del Tesoro bajaron ligeramente, ya que los inversores empezaron a tener en cuenta los posibles aranceles y la fortaleza a corto plazo de la economía estadounidense. Los diferenciales de crédito también se estrecharon aún más.
Rentabilidad en divisa local
Fuera de Estados Unidos, la renta variable británica subió, pero la europea se mantuvo plana. La renta variable de los mercados emergentes cayó, ya que las perspectivas de aranceles y la fortaleza del dólar estadounidense socavaron cualquier potencial alcista de los estímulos de China. El oro también cayó a medida que disminuía la incertidumbre geopolítica y empezaban a aumentar las expectativas de un acuerdo de paz en Ucrania y Oriente Medio. El resto del mercado se mantuvo sin cambios.
EE.UU. en vías de un aterrizaje suave
En Estados Unidos, los indicadores cíclicos se mantuvieron sólidos. El gasto de los consumidores siguió siendo fuerte, ya que el ISM de servicios subió a su nivel más alto en dos años y las ventas minoristas superaron las expectativas. Los nuevos pedidos manufactureros también aumentaron, lo que sugiere un impulso positivo a corto plazo. La inflación fue la esperada, pero la aceleración del crecimiento podría traducirse en un aumento de la inflación subyacente en los próximos meses. Las expectativas de recorte de tipos se han moderado aún más.
La ciberseguridad es muy atractiva, pero exige ser muy selectivos al invertir
Europa se vio sumida en la incertidumbre política en noviembre. Alemania celebrará elecciones anticipadas en febrero, tras el colapso del gobierno de coalición. Algunos esperan que esto sea una oportunidad para más reformas, incluida una relajación del «techo de deuda», que podría desencadenar más inversión, gasto en defensa y crecimiento estructural. En Francia, la incertidumbre política en torno al gobierno y su presupuesto hizo subir los diferenciales soberanos. La demanda siguió siendo débil en la eurozona. El PMI manufacturero mantuvo su tendencia a la baja, mientras que el PMI de servicios cayó por debajo de 50 tras ocho meses consecutivos de por encima de 50.
En Suiza, las tasas de inflación siguieron bajando debido a la baja inflación interna subyacente y a la caída de los precios de importación. El desempleo también repuntó. La brecha de producción de Japón se está cerrando y las expectativas de inflación se mantienen cerca del objetivo del banco central. Esto debería permitir al Banco de Japón normalizar lentamente su política el próximo año. En Reino Unido, un PMI compuesto a la baja sugiere que la actividad económica a corto plazo será débil. El crecimiento de los salarios y la inflación de los servicios siguen siendo elevados, pero han descendido lentamente.
Se observan los primeros indicios de estabilización del impulso económico en China. Las ventas minoristas aumentaron gracias a los subsidios del gobierno para el intercambio de electrodomésticos y coches viejos. El crecimiento de las ventas de viviendas también mejoró significativamente, acercándolo a territorio positivo. El crecimiento de las exportaciones siguió aumentando, ya que los exportadores intentaron adelantarse a posibles aranceles y las compañías chinas ampliaron sus cuotas de mercado en otros mercados emergentes.
El nombramiento del secretario del Tesoro tranquilizó al mercado
Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense alcanzaron un máximo mensual del 4,45% en los días posteriores a las elecciones, ya que los mercados preveían recortes de impuestos y políticas más inflacionistas. Sin embargo, los rendimientos del Tesoro a 10 años retrocedieron parte de la subida a finales de mes, cuando Donald Trump anunció el nombramiento de Scott Bessent como nuevo secretario del Tesoro. El mercado percibió a Bessent como un halcón fiscal que quiere frenar los déficits fiscales.
Por otra parte, los rendimientos de la eurozona cayeron, ya que los datos económicos cíclicos resultaron significativamente más débiles, lo que se sumó a la presión a la baja sobre los rendimientos del Tesoro estadounidense. Los diferenciales de crédito siguieron estrechándose en noviembre, lo que se tradujo en ganancias aceptables en todas las categorías de crédito, a pesar de que las primas de riesgo de la deuda pública francesa aumentaron considerablemente. El aumento de las primas de riesgo de la deuda pública francesa refleja la inestabilidad política en un momento en que los inversores están cada vez más preocupados por la sostenibilidad fiscal.
Grandes ganancias para los supuestos ganadores con Trump
La renta variable estadounidense subió, liderada por los sectores que se perciben como ganadores de las posibles políticas de la nueva administración. Los bancos estadounidenses han ganado casi un 15% desde el 4 de noviembre. Se espera que una menor regulación y unos requisitos de capital más moderados impulsen sus beneficios en los próximos años. Un entorno macroeconómico más inflacionista y unos tipos de interés más altos también deberían respaldar los beneficios de los bancos.
La renta variable estadounidense se beneficia de unas perspectivas de crecimiento más favorables
Sin embargo, dado que los bancos estadounidenses cotizan ahora cerca de sus máximos de valoración anteriores, podría ser conveniente adoptar una postura más prudente a corto plazo. Las small caps estadounidenses también superaron al S&P 500, ya que se beneficiarán de los recortes del impuesto de sociedades y se verán relativamente menos afectadas por los aranceles. Fuera de EE.UU., la renta variable de Reino Unido también subió, ya que la libra esterlina cayó frente al dólar estadounidense. En cambio, otros valores europeos y de mercados emergentes obtuvieron peores resultados ante la perspectiva de los aranceles.
Bancos y small caps lideraron las subidas tras las elecciones
La renta variable es más atractiva que la renta fija
Ante la mejora del entorno macroeconómico y el claro resultado de las elecciones estadounidenses, hemos aumentado nuestra asignación a la renta variable hasta una ligera sobre ponderación. Al mismo tiempo, los bonos se redujeron a una ligera infra ponderación.
En renta variable, favorecemos los mercados desarrollados, pero nos mantenemos neutrales en cuanto a sectores y regiones. La reducción en renta fija se ha producido a través de los bonos con grado de inversión, mientras que mantenemos nuestra perspectiva constructiva para los bonos de alto rendimiento, ya que el crecimiento se ve respaldado por el escenario base de «aterrizaje suave».
Asimismo, hemos incrementado la asignación a alternativos aumentando nuestra cuota en bonos catástrofe. La valoración de este mercado sigue siendo atractiva tras una temporada de huracanes con pérdidas inferiores a las previstas y debido a las mayores primas asociadas al reajuste de fin de año de los contratos. Los bonos catástrofe contribuyen tanto a los ingresos como a la diversificación de las carteras.