FCC ha puesto en venta la filial de Medio Ambiente. Y lo hace siguiendo los pasos de la venta de Aqualia: agrupando todo el negocio específico de esa área. Luego emite un bono con la garantía de esa área para financiar lo que estime oportuno. Bien, esa misma área, o bien reducir deuda de la matriz o de otra área. Carlos Slim repite jugada.
¿Por qué ahora? ¿La venta de la filial de medio ambiente es consecuencia de no haber consolidado su generación de caja? “El flujo operativo de caja ha bajado a la mitad en únicamente dos años. Por eso no sería extraño que vendieran parte de su filial de medio ambiente para conseguir liquidez en el corto plazo”, apunta Andrés Aragoneses, analista de Self Bank. En concreto, en 2016 fue de 722,6 millones, un año después bajó hasta los 596,2 millones. Y en 2018 descendió hasta los 363,7 millones. Hablamos de la cantidad de dinero en efectivo que genera una empresa a través de sus operaciones y el ejercicio de su actividad.
El flujo operativo de caja de la compañía de Carlos Slim ha pasado de 722 a 363 millones en tan solo dos años
Si nos centramos en los flujos de efectivos de las actividades de explotación, es decir, lo que FCC gana con sus operaciones, estos también han menguado casi en la misma proporción. En 2016 fueron de 1.024 millones de euros. Un año después, 768,86 millones de euros. Y, en 2018, 489,41 millones. “El objetivo de FCC parece que va más destinado a buscar socios que aporten ideas y el valor de esta filial aumente con ello, más que una cuestión de búsqueda de liquidez”, concreta el analista de Self Bank.
¿REPETIRÁ FCC CON EL FONDO AUSTRALIANO?
Al igual que sucedió con Aqualia, son los fondos de capital riesgo los que se adivinan como los posibles interesados en la filial de FCC. Son ellos los que tienen capacidad para asumir la operación al 100%. “Este hecho hace que su poder de negociación aumente y, por tanto, puedan apretar a la hora de fijar un precio final. En cuanto a si IFM podría repetir, es pronto para saberlo, ya que hay que ver la valoración que se hace de la división”, manifiesta Sergio Ávila, analista de IG.
Por su parte, Andrés Aragoneses indica que “no es descartable que IFM repita como socio tras la alianza con Aqualia y la relación que guardan desde finales del año pasado”. Aunque matiza: “Sin embargo, todo indica que buscarán otros fondos con más experiencia en la línea de negocio de la filial”. ¿Cuáles? Fondos de private equity de gran tamaño tipo KKR, Blackstone, CVC, PAI Partners…
La razón de esta permuta la explica César Fernández Tajes, director de ISBIF School: “Los fondos de infraestructuras tipo IFM buscan activos con más visibilidad de negocio y flujo de caja. Las concesiones de agua son a muy largo plazo, entre 15 y 20 años. Los contratos de servicio son a medio plazo, entre tres y cuatro años”.
¿Podría FCC repetir la jugada y conseguir esos algo más de 1.000 millones que el pasado año obtuvo por Aqualia? “En términos de múltiplo Ebitda será inferior, ya que el negocio de agua tiene más visibilidad y eso implica un múltiplo superior”, señala César Fernández Tajes. Pero matiza: “Como los resultados de servicios medio ambientales tiene más ebitda, aunque el múltiplo sea inferior por tener contratos a más largo plazo, la valoración resultante será superior”.
Repasemos las cifras de la filial de FCC: en 2018 reportó al grupo 2.882 millones de euros y una cartera de negocio de 10.258 millones. “Este tipo de activos se ajusta a lo que los fondos buscan y quieren gestionar. Ante la alta demanda, se podría estimar un precio cerca de los 1.000 millones de euros si FCC decide deshacerse del 49%”, estima Andrés Aragoneses. De momento, no está confirmado el porcentaje del capital que FCC decidirá vender. Por tanto, las cantidades que puede obtener por la operación pueden variar.