El producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos experimentó un incremento del 0,7% en el tercer trimestre respecto de los tres meses anteriores, cuando la mayor economía mundial también creció siete décimas, según ha confirmado la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio.
De este modo, la economía estadounidense volvió a dar muestras de su fortaleza entre los meses de julio y septiembre respecto del resto de las economías avanzadas, ya que la eurozona creció un 0,4% y Japón un 0,2%, mientras que el Reino Unido lo hizo un 0,1%. En su caso, el PIB de China creció un 0,9% en el tercer trimestre.
En cifras anualizadas, el PIB estadounidense en el tercer trimestre del año se elevó un 2,8%, frente al 3% correspondiente al periodo entre abril y junio.
La expansión de la economía de EE.UU. en el tercer trimestre reflejó principalmente los aumentos en el gasto de consumo, las exportaciones, el gasto del Gobierno federal y la inversión fija no residencial, mientras que las importaciones, que son una sustracción en el cálculo del PIB, aumentaron entre julio y septiembre.
En comparación con el segundo trimestre, la desaceleración del PIB real en el trimestre reflejó principalmente una caída en la inversión en inventarios privados y una disminución mayor en la inversión fija residencial.
«Estos movimientos fueron parcialmente compensados por aceleraciones en las exportaciones, el gasto de consumo y el gasto del Gobierno federal», explicó la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio.