El reciente retrato oficial de los reyes Felipe VI y Letizia, realizado por la icónica fotógrafa Annie Leibovitz, ha generado un gran revuelo en el ámbito de la moda y la realeza. Este díptico, presentado por el Banco de España en su exposición «La tiranía de Cronos», no solo resalta la majestuosidad del evento, sino que también pone de manifiesto el estilo y la elegancia de la reina Letizia, particularmente la elección del vestido.
Este atuendo, un espectacular modelo de Balenciaga, cuenta con más de 70 años de historia y ha sido el centro de atención debido a su estética y significado. En este contexto, es interesante profundizar en cómo la reina se mantiene en forma y elegante a lo largo del tiempo, siendo la dieta mediterránea y el Pilates los pilares de su régimen personal.
LA CLAVE DE LETIZIA PARA LUCIR PERFECTA CON SU BALENCIAGA
La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescados y grasas saludables, ha demostrado ser un enfoque efectivo para mantener un peso equilibrado y una buena salud en general. La reina Letizia ha promovido este estilo de vida saludable no solo por su reputación como figura pública, sino también como un compromiso personal con su bienestar.
Su elección de alimentos frescos y naturales le permite tener una figura esbelta que complementa su vestimenta y una piel radiante que captura la atención de los fotógrafos en cada evento al que asiste. En este caso particular, su vestido de Balenciaga se adaptó perfectamente a su figura, enmarcando con elegancia y sutileza sus atributos distintivos.
EL EJERCICIO EFICAZ DE LA REINA LETIZIA PARA ESTAR SIEMPRE TONIFICADA
Las sesiones de pilates han sido cruciales en el mantenimiento de la forma física de Letizia. Esta disciplina no solo contribuye a la fortaleza y flexibilidad de su cuerpo, sino que también promueve una mentalidad centrada y tranquila, algo esencial para su papel como reina. El pilates es conocido por ser una práctica que tonifica el cuerpo sin el riesgo de lesiones, lo cual es fundamental para alguien con las exigencias y presiones que conlleva su posición.
En las imágenes capturadas por Leibovitz, se puede notar cómo el vestido de tul de seda plisado y la capa de gala se complementan perfectamente con la postura erguida y segura de la reina, lo que demuestra que el trabajo físico y la autodisciplina se traducen en una apariencia impecable.
El uso de prendas con historia, como el vestido que una vez perteneció a Maria Junyent, también añade un nivel de profundidad y significado a su presencia, conectando la moda actual con un legado histórico. Además, el hecho de que el vestido posea una trayectoria rica le añade un valor sentimental y artístico que lo hace aún más especial.