El Ministerio de Industria y Turismo ha anunciado la resolución definitiva de las ayudas del Programa de Mejora de la Competitividad y de Dinamización del Patrimonio Histórico con uso turístico. Un total de 89 proyectos se beneficiarán de una inyección económica de 207,6 millones de euros, destinados a la rehabilitación y puesta en valor de Bienes de Interés Cultural (BIC) con fines turísticos.
Esta inversión se focaliza en la conservación, mantenimiento y rehabilitación de BIC, adaptándolos para un uso turístico de calidad. Las actuaciones subvencionadas abarcan una amplia gama de mejoras, desde la rehabilitación estructural hasta la implementación de medidas de sostenibilidad. Entre ellas destacan:
- Mejora de la accesibilidad universal: Se busca garantizar el acceso a todos los visitantes, independientemente de sus capacidades, eliminando barreras arquitectónicas y sensoriales.
- Eficiencia energética y ahorro de recursos: Se promueven acciones para reducir el consumo de agua y energía, implementando sistemas más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
- Reducción de la huella de carbono: Se impulsan proyectos que minimicen el impacto ambiental del turismo, fomentando la compensación de emisiones y la adopción de prácticas sostenibles.
Estos proyectos se distribuyen en 13 comunidades autónomas, habiéndose priorizado aquellos destinos con riesgo de despoblación para impulsar su potencial turístico y contribuir a la cohesión social y territorial. La selección se ha basado en criterios rigurosos que evalúan la viabilidad, calidad y potencialidad turística de cada proyecto, así como su impacto en el desarrollo local.
Impacto económico y social del turismo cultural
Andalucía, la Región de Murcia, Cataluña y la Comunidad Valenciana lideran la recepción de fondos, con asignaciones que superan los 29 millones de euros en cada caso. Esta inversión estratégica no solo preserva el valioso patrimonio histórico-artístico, sino que también genera un impacto económico positivo en las regiones receptoras.
El turismo cultural se presenta como un motor de desarrollo económico sostenible, atrayendo a un perfil de viajero interesado en la cultura, la historia y el patrimonio. Este tipo de turismo desestacionaliza la demanda, distribuyendo el flujo de visitantes a lo largo del año y reduciendo la dependencia de la temporada alta. Además, contribuye a la creación de empleo en sectores como la hostelería, la restauración y el comercio local, dinamizando las economías locales y combatiendo la despoblación.
España, como cuarto país en Europa y quinto a nivel mundial con más sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuenta con un potencial turístico cultural excepcional.