Orange España ofrece un truco a sus empleados

Orange España sorprendió a propios y extraños cuando de la noche a la mañana logró cerrar el convenio colectivo con su plantilla. Un acuerdo que se había enquistado hasta el punto de que las negociaciones se habían alargado durante meses. En aquel día clave, según relatan fuentes cercanas, la compañía depositó a primera hora de la mañana un esbozo en el que accedía a gran parte de las exigencias de los trabajadores. Horas más tarde, se firmó la paz. Ahora, algunos meses después algunos de los trabajadores tienen la impresión, ¿justificada?, de que habían sido en cierta forma engañados.

Tanto a Laurent Paillassot, CEO de Orange España; como al director financiero, Diego Martínez, agentes más importantes en la negociación, vieron a bien aceptar muchas de las exigencias salariales (por ejemplo, incrementar el salario con el IPC) a las que se habían negado durante una década y, curiosamente, ligando gran parte de dichos a incrementos del Ebitda que para el escalón más alto tenía que ser del 25%.

Ahora el truco tiene su gracia por muchas razones. Una de las lecciones que nos dejó el divertido largometraje ‘Ahora me ves’ es que para entender un truco es necesario mirar desde lejos. Con la suficiente distancia lo que carece de sentido empieza a adquirirlo. Así, con el suficiente tiempo se pudo entender por qué de las prisas de la compañía para cerrar el trato. La firma se produjo el día 11 de julio, mientras que el 25 de ese mismo mes se presentaban los resultados en los que el Ebitda solo se había incrementado en un 2%, respecto a hace un año.

Ante la anterior cifra, hay quien podría decir que al menos crece, lo que supondría que los trabajadores (el grueso de la firma) que cobran entre 35.000 y 47.136 euros se verían agraciados. Lo anterior es tan cierto, como que la cifra es preocupante de cara al resto del año. Así, ese incremento del 2% fue hasta cinco veces menos que en el mismo periodo un año antes, con una presión en los ingresos (en el primer semestre de 2018 crecieron más de un 7%, mientras que en el de 2019 se redujeron un 0,4%). A lo que se debe añadir la presión competitiva.

Una situación que no ve clara, ni siquiera la banca de inversión. Así, desde JP Morgan señalan que «nos preocupa que las tendencias de ingresos de Orange en España puedan verse afectadas negativamente por los esfuerzos de la administración para estabilizar su deterioro, lo que agrega impulso». Asimismo, estiman que en cuanto al Ebitda podría existir una caída en España en el tercer trimestre, lo que dejaría en el aire la mejora de los salarios tras estar congelados durante los últimos 10 años en muchos casos.

Otra de las lecciones del largometraje era el de que «la necesidad de saber es mayor que el deseo a ser engañado». Así, quizás, los empleados de la telco tras una década de mano de hierro y salarios congelados, prefirieron arriesgarse que tener la certeza de seguir igual. Una oportunidad que para un buen profesional de la magia, o cualquier otro arte, no puede dejar pasar.

DESPIDOS ESPORÁDICOS, PERO SIN RIESGO AL ERE

Desde los sindicatos también señalan que, al margen de la entrada en vigor del convenio, rubricado hace pocas semanas, también se están produciendo salidas en la compañía. Aunque no tiene nada que ver con lo que se conoce como un expediente de regulación de empleo, precisan fuentes cercanas, como ha aparecido en ciertas informaciones. «Si es cierto que se están produciendo algunas salidas esporádicas, un par de ellas por semana, pero nada que ver con ere», señalan dichas fuentes. De hecho, apuntan a que el clima en la plantilla es normal.

En cuanto a las salidas, los propios sindicatos de la compañía alertan de que, por ejemplo, en septiembre salieron hasta cinco personas que «prestaban sus servicios en áreas comerciales (Ventas y Grandes Cuentas)«. En concreto, “dos desempeñaban su actividad en Barcelona, otros dos despidos se produjeron en Bilbao, en el centro de trabajo de Zamudio, y el último en Cádiz”. Aunque se precisa que “el motivo alegado por la Dirección ha sido, de nuevo, un presunto bajo rendimiento de los afectados”.